­Por todo lo alto, como manda la tradición. Así comenzaba este viernes por la noche la Feria de Málaga, una celebración que iniciaba sus primeros pasos con el pregón del escritor Pablo Aranda, que continuó con un asombroso castillo de fuegos artificiales y que prosiguió hasta bien entrada la madrugada gracias a las canciones del grupo Efecto Mariposa. Tanto la playa de la Malagueta, donde estaba situado el escenario principal, como el Muelle Uno y las calles del Centro Histórico vivieron una velada abarrotada de miles de personas.

Una noche para enmarcar que Aranda inició con un pregón en el que recordó a los escritores que antes que él había pregonado la Feria, como Manuel Alcántara, Antonio Soler, Rafael Pérez Estrada y María Victoria Atencia, y en el que echó la vista atrás para rememorar sus días y noche de juventud feriantes. «Yo en la Feria he amado y también he sufrido mucho. Mi peor momento fue el día en que subí a la noria inmensa y mi vértigo me impidió disfrutar de la vista espléndida», contó el escritor, que también mencionó los conciertos de Tabletom y Danza Invisible que pudo disfrutar cuando era «aquel joven de pelo por los hombros».

Sin mostrarse excesivamente nervioso, el autor de La distancia también habló del espíritu hospitalario de su ciudad: «Málaga es una ciudad abierta y cualquier persona es bienvenida. La piel cubierta de salitre durante casi tres mil años certifica nuestra hospitalidad histórica. Sigamos siendo así, sigamos considerando de Málaga a la gente que esté aquí, traiga el acento que traiga». También animó a los feriantes a disfrutar de la celebración. «Es la hora de divertirse. Divertirse no es fácil, aunque lo parezca. Divertirse bien. Tratar de no molestarnos por lo que hacen los demás y tratar de molestar nosotros menos todavía».

Una vez finalizado el pregón, el cielo se iluminó gracias al espectáculo de fuegos artificiales titulado Málaga mira al mar, creado por la empresa valenciana Ricasa. Los 800 kilos de coloridos cohetes hicieron las delicias de todos los asistentes, que con la boca entreabierta y la mirada puesta en las estrellas asistieron a la llamada de la pólvora. Durante los fuegos sonaron canciones de películas como La Bella y la Bestia y Kill Bill, además de temas de artistas como Adele, The Calling o Thomas Bergersen.

Cuando la traca final resonó entre las nubes, la música del conjunto malagueño Efecto Mariposa tomó el relevo. La banda de Fuengirola, capitaneada por Susana Alva y Frasco G. Ridgway, presentó las canciones de su reciente álbum, Vuela, e hizo corear a todos los presentes sus grandes éxitos, como No me crees y Por quererte, entre otros. Así comenzaban los nueve días que le quedan por delante a la Feria de Málaga, que este año ha sumado una jornada más de celebración. La noche no terminó aquí. Muchos continuaron hasta el amanecer, aún sabiendo que hoy empieza una larga semana de diversión.