­Málaga ya está de Feria. La Calle Larios da la bienvenida a todos los visitantes y malagueños. La tradicional entrada se vistió este jueves, sí, jueves, de flores y lunares para la inauguración de la semana grande. Desde Barcelona, Madrid, País Vasco y de fuera de nuestras fronteras. Para algunos es la primera vez, otros ya son veteranos, pero todos se mezclan en la Plaza de la Constitución para bailar, cantar y disfrutar. Porque ayer no fue jueves, ni siquiera juernes, sino sábado, un curioso sábado de Feria.

A pesar de las altas temperaturas, la Feria tiene el poder de congregar a centenares de personas en el centro de Málaga desde las 12.00 del mediodía acompañados ya por el Cartojal, la bebida imprescindible en estos días (con perdón de la cerveza y el tinto de verano).

A medida que el reloj avanza, comienza a sumarse gente a esta celebración popular. La música deja paso a las voces de todos aquellos valientes que se animan a ser cantantes por un rato y a entonar sus canciones favoritas. Desde Estopa y La raja de tu falda, pasando por Danza Invisible con Sabor de Amor o El Barrio y sus rumbas flamencas. Por momento, parece que el reguetón, normalmente inevitable, no existiera. Todo, bajo la atenta mirada del marqués de Larios, cuya escultura, convenientemente restaurada, ya vigila la calle que lleva su nombre.

Vuelta a casa por Feria

La Feria de Málaga es, para muchos, el momento ideal para volver a la que fue su tierra durante parte de su vida. Por las calles más céntricas e históricas huele a reencuentros, a familia y a felicidad. Son muchas las personas que regresan a casa en feria para nutrirse del ambiente festivo. No vienen solos, les acompañan amigos y familia que, durante estos días, son malagueños también. Porque esta ciudad acoge a todo aquel que desee.

Despedidas

Durante todo el año, la ciudad de Málaga da la bienvenida a centenares de prometidos y prometidas que eligen la ciudad para aprovechar sus últimos días como solteros y disfrutar con amigos y amigas del ambiente. En Feria se multiplican, y animan el cotarro: sin duda, fáciles de reconocer por sus uniformes fosforito (con llamativos y humorísticos mensajes en referencia al enlace) y sus complementos.

Son las primeras estampas de la primera jornada de una Feria del Centro que vivió en jueves su primer sábado. Queda mucho, este año especialmente, por vivir y disfrutar. Ya saben: todo el mundo es bienvenido si tiene ganas e ilusión. Y respeto, que la fiesta es cosa seria.