Málaga vive su semana grande. La ciudad se transforma durante estos días y el Cartojal y el baile se convierten en los verdaderos protagonistas. Ya sea en el Real o en el centro, miles de malagueños y visitantes disfrutan de la Feria por todo lo alto. Pero la pregunta es, ¿lo disfrutan de igual manera las mujeres? ¿Pueden ir a la Feria con la misma tranquilidad con la que va un hombre? La respuesta sigue siendo no. Porque a pesar de todos los dispositivos en marcha durante los últimos años contra el acoso y las agresiones sexuales, las chicas siguen aguantando durante la fiesta situaciones, al menos, desagradables. «Es verdad que ahora ya no es como antes, los tíos parecen que se lo piensan dos veces antes de abordar a una mujer para piropearla o intentar ligar con ella. Pero, por desgracia, todavía son muchos los que se ponen muy pesados y cuesta quitárselos de encima», cuenta Noelia Martín, una malagueña de 39 años que disfrutaba ayer de la Feria del Centro.

«Ahora te sientes un poco más protegida pero yo sigo teniendo miedo cuando me voy a casa, al caer la tarde la gente ya suele llevar unas cuantas copas de más y algunos se ponen más cariñosos e irrespetuosos de lo normal. Yo acelero el paso sobre todo cuando veo un grupo de tíos juntos. Que te dé miedo es inevitable: todas tenemos muy presente lo que ocurrió con la manada», dice Lorena Pérez una granadina que vive en la calle Victoria desde hace más de diez años y hace su recorrido de vuelta a casa muchos días de feria andando y sola. Porque aunque la Feria del centro concluye a las seis de la tarde, ella no hace su vuelta tranquila. « Sí, se siguen viviendo momentos peligrosos; yo no los he vivido personalmente pero sí una amiga mía. Concretamente, la noche del jueves en el Real: estaba esperando el bus y llegó un coche con cuatro chicos y la invitaron insistentemente a subir al coche. Por suerte llegó el bus pero mi amiga pasó un gran susto», contesta Candela Suarez ante la pregunta de si se pueden llegar a vivir situaciones peligrosas durante la Feria. Candela bajó al centro ayer después de varios años sin venir: «Se puso un ambiente muy enrarecido, pero este año voy a darle una oportunidad», aseguró entre risas.

Las chicas que van a cualquier fiesta multitudinaria quizás tenga menos miedo o sufran acoso en menor grado que hace unos años, pero aún es difícil ser mujer en la Feria de Málaga. «Sabemos perfectamente que vamos a ir andando por la calle y que el gracioso de turno va a pasar y te va soltar alguna burrada, que para ellos es un piropo. Eso sigue estando a la orden del día», dice Isa Guerrero, acompañada por su hermana Sonia, dispuestas a disfrutar el sábado de Feria en la popular plaza Mitjana. «Nada más entrar uno se ha puesto a decirme no sé que barbaridad sobre mi trasero. Lo más lamentable es que lo mejor es seguir hacia delante y no hacerle caso, porque, claro, si les plantas cara se puede poner muy fea la cosa. Sigue habiendo mucho asqueroso suelto», sentencia Sonia.

Parece que ser mujer, ir a la Feria y no sufrir en el intento está todavía difícil. Esperemos que las campañas implantadas por las instituciones sirvan de algo y todo quede en esos piropos de mal gusto, y que estos días de fiesta no queden marcados por alguna agresión sexual. Ya lo de venir a la Feria absolutamente tranquilas, quizás para más adelante.