Cae la noche en el Cortijo de Torres y el ambiente familiar deja paso a una atmósfera mucho más lúdica y festiva. Las casetas se reponen y comienzan a prepararse para la segunda ronda. Los más fiesteros comienzan a tomar las calles en busca del local idóneo para pasar la noche. Otros optan por calentar motores en la zona destinada para el botellón. Al otro extremo, el paisaje es completamente diferente. Entre coches y camiones de Policía y Bomberos, los servicios sanitarios se preparan para otra dura noche de intervenciones.

La Empresa Publica de Emergencias Sanitarias 061 de Málaga ha trabajado en el diseño y especificación del dispositivo sanitario para la feria y ha ejercido la coordinación del mismo, que desarrolla la empresa Socoservis. A la sombra de la portada de La Aduana, el dispositivo de emergencia está desplegado desde las 11.00 horas hasta las siete de la mañana.

Es la hora de cenar y se respira un ambiente de calma. Aunque los coletazos de una intensa jornada matutina se hacen notar en las instalaciones con alguna que otra intervención en el puesto.

La empresa Socoservis y el 061 no cesan en el desempeño de su labor y, para el correcto desarrollo de las asistencias, el dispositivo se estructura en base a tramos horarios de máxima afluencia. De 11.00 a 19.00, se encuentran un médico, un enfermero y un técnico sanitario del 061, con el apoyo de una ambulancia. A partir de las 19.00 y hasta las siete de la mañana, Socoservis se incorpora para completar el dispositivo. Entre las 23.00 y hasta las 5.00 el dispositivo suma 20 operarios, entre médicos, enfermeros y técnicos de emergencia.

«El principal objetivo de este dispositivo es no saturar la puerta de urgencias y que mantenga su ritmo normal», señala el director provincial de Socoservis, Francisco Gálvez. Es por ello que está diseñado y capacitado para atender cualquier tipo de incidencias relacionadas con intoxicaciones etílicas, traumatismos, cortes o suturas. Las derivaciones al hospital solo se producen en caso de situaciones críticas para los pacientes, problemas cardíacos o respiratorios y realización de pruebas complementarias, explica Gálvez.

Al equipo humano se suma el despliegue automovilístico de ambulancias y el acondicionamiento de instalaciones divididas en varios módulos: críticos, observación -donde se encuentra un box respiratorio-, consulta de medicina general y otra reservada para curas y suturas.

Pasada la medianoche, apenas se han registrado asistencias. Lo que no quiere decir que la noche se presente tranquila. Los años de experiencia de Francisco, Manu y Jose les hacen prever una velada de poca calma: «Aunque parezca que está calmada la cosa, nuestro olfato nos dice que va a ser una noche movida», comentan entre ellos.

La media de incidencias diaria está entre 100 y 140, afirma el director provincial. Al no superar el millar, estas suponen un balance positivo para un festejo de tal magnitud: «Ahora, al profesionalizar el servicio, somos más eficientes. Somos personal sanitario y podemos atajar más». Gálvez destaca, además, el notable descenso de traslados al hospital: «Antes podíamos tener 200 asistencias al día y un número alto iban al hospital. Ahora si acaso dos o tres se derivan», comenta.

Del total de actuaciones, las intoxicaciones etílicas han sido en la Feria solo un 10,75% del total de asistencias y un 10,92% de las asistencias leves.

Aquellas personas que precisan de ayuda durante las noches en el Real pueden requerir asistencia sanitaria mediante dos vías: presenciándose en las instalaciones o a través de un aviso del 112 o la sala del 061. En cualquier caso, el primer paso a seguir es la toma de datos y la evaluación del paciente, con el fin de determinar la patología que presenta. Con este reconocimiento previo, se deriva al módulo correspondiente, donde se procede a su asistencia.

El reloj marca las dos de la mañana y la noche comienza para ellos. Se produce el primer traslado al hospital. En el caso de los adultos, la derivación puede realizarse al Hospital Civil, al Clínico o a Carlos Haya. Si se tratase de un menor, sería trasladado al Materno Infantil.

Con ocho días de duro trabajo a las espaldas de este equipo de sanitarios, el dispositivo desplegado en la Feria de Málaga afronta el último tramo con energía y positividad. Envueltos en un ambiente de camaradería y buen hacer, entre risas y complicidad, esta pequeña familia pasan las horas y las noches haciendo lo que mejor se les da: ayudar a los demás.