El antaño polémico Oliver Stone perdió credibilidad ante sus seguidores con el estreno de su anterior película, ´World Trade Center´, al convertir la tragedia del 11-S en un retrato sentimental políticamente correcto. Todo lo contrario que sus anteriores obras, en las que se atrevió a criticar la Guerra de Vietnam (´Platoon´ o ´Nacido el 4 de Julio´) o a poner el dedo en la llaga desmitificando la América hippie de los 60 (´Los Doors´). Ahora se atreve con el presidente George W. Bush pero sin levantar la polvareda de películas como las de Michael Moore, a las que Stone alude como ejemplo de lo que quiere evitar: "Me encanta Moore pero no quería hacer ese tipo de película", asegura el realizador.

El actor que se ha arriesgado a encarnar al presidente es Josh Brolin. "No me corresponde calcar su voz a la perfección", asegura un intérprete que este año ha estado muy presente en las carteleras (´No es país para viejos´, ´Planet Terror´). Su visión de Bush no difiere de la de Stone, ya que invirtió horas en darle vida con un tono cómico que evitase la parodia y la sal gruesa. Otros ilustres de Hollywood como Elizabeth Banks o Richard Dreyfuss completan el reparto dando vida a la familia del mandatario estadounidense. Todos coinciden en señalar ´W´ como una biografía que no pretende derribar al árbol caído: "Queremos meternos en su mente, no menospreciarle", aclara Stone. Y es que no hacía falta el descrédito: las últimas encuestas muestran a George Jr. como a uno de los personajes menos populares del país.

Los ´biopics´ que Stone ha realizado a lo largo de su carrera no han sido ni hagiográficos ni demasiado rentables. Uno de los productores de su nuevo filme, Moritz Borman, asumió el riesgo de financiar la obra a pesar de que cintas como ´Alejandro Magno´ o ´Nixon´ supusieron severos fracasos en taquilla. Aún no sabe si la jugada le saldrá redonda en la taquilla.

Por polémica no será. Oliver Stone siempre ha sido maestro en la controversia: hace unos años ofreció un documental con Fidel Castro como protagonista (´Comandante´) y en su película sobre Magno no escatimó detalles a la hora de reflejar la bisexualidad del conquistador; y fue pionero a la hora de aportar teorías ´oficiosas´ sobre temas controvertidos como el asesinato de Kennedy (´J.F.K.´) o abordar las terribles consecuencias de la violencia en ´Asesinos natos´.

Pero algo ha cambiado. Últimamente el realizador cambia la polémica por la rentabilidad y habla de la Norteamérica de hoy desde un punto de vista algo más tibio, que, parece, se dejará ver en este esperado biopic sobre un "ex alcohólico que se convirtió en el líder del mundo libre".