El informe se basa en treinta y tres sentencias dictadas por los Tribunales del Jurado en 2006 en España, que han sido estudiadas por el Grupo de Expertos en Violencia Doméstica del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y un experto en medicina forense.

El agresor tipo es un hombre (sólo una mujer consta entre todos los casos), español (70 por ciento), con una edad comprendida entre 31 y 45 años y que utiliza armas blancas con ensañamiento (28 puñaladas de media por víctima).

En sólo cuatro de los casos existe una denuncia previa y un 91 por ciento no contaba con medidas de protección.

El 91 por ciento de las sentencias estudiadas revelan que el criminal no sufría alteración mental ni se encontraba bajo los efectos del alcohol o de las drogas.

Con respecto al estudio anterior, comprendido entre el período 2001-2005, los asesinatos han aumentado tras una ruptura (se ha pasado del 25 al 42 por ciento).

El tipo de relación existente previa al crimen es la de noviazgo o convivencia (70 frente a 49 por ciento del año anterior), por encima del matrimonio (30 frente a 51 por ciento previo).

La mayoría de las víctimas tenían hijos, pero únicamente en el doce por ciento de los casos fueron testigos presenciales del crimen, cometido, fundamentalmente, entre las 21 y las 2 horas, según el informe.