Ésta es una de las asociaciones de personas obesas que, por sus problemas de movilidad, han encontrado en Internet un instrumento útil de comunicación y de lucha por los derechos de quienes como Isabel tienen que pagar un billete de clase preferente si quiere viajar en avión, o uno doble si lo hace en tren.

"El problema aparece -comenta a EFE- cuando quiero ir al servicio. No quepo por la puerta. Así es que me tengo que aguantar".

Una de las muchas limitaciones que los obesos, y más los mórbidos, tienen en el día a día.

"Somos los invisibles de este siglo. Y mira que se nos ve. La sociedad, cuando nos mira, nos mira mal", afirma quien dice tener muy claro que el bisturí no es la única solución a su problema.

"Nadie -continúa- habla de las complicaciones que pueden producirse después de una cirugía bariátrica. Y ocurre en el 12-15 por ciento de los casos. No todo el mundo es operable. Las complicaciones pueden ser físicas, pero también psicológicas".

Según Isabel Castelnou apenas existe control post-operatorio, "por falta de recursos económicos", ni ayudas públicas para afrontar los muchos gastos que hay tras la operación. Gastos de fármacos, "que no cubre la sanidad pública", o de alimentación. "No se habla del día después, cuando todo te cuelga", destaca.

Castelnou reclama políticas de integración, ayudas económicas públicas, "como en cualquier otra enfermedad crónica",... y reivindica el derecho del obeso "a ser persona", además de un Día Nacional que provoque el debate social sobre las personas como ella.

"A veces -concluye- el problema no está tanto en el estómago como en el cerebro".