Las sesiones de trabajo de esta conferencia, convocada por el Rey Abdala bin Abdelaziz y la Liga Mundial Islámica, se desarrollarán hasta el 18 de julio en un hotel madrileño, excepto la inauguración que será en el Palacio de El Pardo, residencia de los mandatarios extranjeros en sus visitas a España.
La Liga Mundial Islámica, organismo con sede en La Meca, se plantea con este encuentro insistir en que la religión es un factor importante en las sociedades; reflexionar sobre otras experiencias de diálogo y coordinar posturas para contrarrestar comportamientos contrarios a la naturaleza, la ética y los valores sociales.
Además, según la página web de esta Conferencia Internacional para el Diálogo, se pretende consolidar "los valores morales y las nobles prácticas sociales contra el libertinaje, decadencia moral y la disolución de la familia" y "contrarrestar las corrientes que generan tensiones y avivan el choque entre pueblos y naciones".
A esta reunión asistirán líderes religiosos católicos, protestantes, musulmanes, judíos, ortodoxos, budistas, taoistas o evangélicos de medio centenar de países, desde Estados Unidos a China pasando por Argelia, Iraq o India.
La organización ha invitado como representantes de España al presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Antonio María Rouco Varela, al presidente de la Fundación Cultura de Paz y ex director de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, o al escritor Juan Goytisolo.
El Rey de Arabia Saudí llegará el martes a Madrid, víspera de la inauguración de la conferencia, donde será recibido con honores por Don Juan Carlos en el Pabellón de Estado de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas.
Los Reyes, acompañados por los Príncipes de Asturias, ofrecerán una cena en honor del monarca saudí en el Palacio Real el mismo día de su llegada.
Las relaciones entre las Casas Reales de España y Arabia son fluidas como demuestra la visita que el pasado mes de mayo hicieron los Reyes de España a la ciudad de Yeda, donde Don Juan Carlos se reunió con el Rey Abdala, quien a su vez viajó oficialmente a España en junio del año pasado.
