La sentencia fue dictada ayer por un tribunal islámico de Yeda, dos días después de que una mujer acusara a los dos jóvenes de haberla seguido y molestado en una avenida y un centro comercial de esa ciudad.

El diario "Al Iqtisadiya", que no divulga nombres, indica que la mujer, de unos 30 años, acusó a los dos jóvenes de haber utilizado un aparto que emite rayos para señalar a algunas partes de su cuerpo.

Arabia Saudí cuenta con una sociedad tribal muy conservadora donde se impone la separación de sexos en los espacios públicos, y son comunes los castigos con flagelación contra hombres acusados de piropear a mujeres.