Con la designación de la capital española, Benedicto XVI clausuró la Jornada Mundial de la Juventud, que se ha celebrado en Sídney desde el martes.

"Ahora ha llegado el momento de decir adiós o, mejor, \u00A1Hasta luego! Os agradezco a todos por haber participado en la Jornada Mundial de la Juventud 2008, en Sídney, y espero que nos veamos dentro de tres años", dijo después del rezo del Ángelus, abriendo un momento de suspense sobre la ciudad sede de la próxima reunión juvenil.

Luego, sonrió y anunció: "la Jornada Mundial de la Juventud se desarrollará en Madrid, en España", momento en el que los jóvenes peregrinos de ese país celebraron la decisión con cánticos como "Que viva España" o "Esta es la juventud del Papa".

El anuncio fue hecho al final del Ángelus y tras una larga mañana religiosa que comenzó con una misa en el hipódromo de Randwick de Sídney, donde miles de jóvenes pasaron la noche en una vigilia que comenzó ayer cuando el Papa les explicó "la persona del Espíritu Santo".

Tras conocerse la noticia de la designación de Madrid, el cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, avanzó que la Jornada Mundial de la Juventud se celebrará en la tercera semana de agosto y dijo que, como todas, tendrá una importante "repercusión en la vida social, cultural y general de España".

Sin embargo, la asistencia a la misa de hoy en Sídney fue menor de lo esperado, ya que el Papa tuvo que recortar el paseo que tenía previsto dar con el papamóvil por los alrededores del hipódromo, cuyo recinto tiene una capacidad de trescientas mil personas.

Con los espacios adyacentes, donde había pantallas gigantes para los peregrinos que se esperaban, los organizadores habían calculado llegar al medio millón de personas.

Sin embargo, esos espacios estaban vacíos y el paseo del Papa por ellos fue suspendido.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, anunció que la cifra oficial de asistentes era cercana a los 350.000, sin que la Policía de Sídney haya querido de momento facilitar sus cálculos.

Una cifra que se queda pequeña para la que aventuró Rouco en la Jornada de Madrid, al asegurar que "sin exagerar" será de casi dos millones de personas.

Tras el paseo en el papamovil, Benedicto XVI dijo una misa en cuya homilía destacó que el mundo y la Iglesia necesitan una renovación espiritual.

El Papa, que la semana pasada reconoció la crisis de religiosidad y fe que vive Occidente, explicó que "una nueva generación de cristianos está llamada para ayudar a construir un mundo".

"\u00A1El mundo necesita renovación!", destacó antes de volver a señalar la existencia de esa crisis de religiosidad al afirmar que "en muchas sociedades, junto con la prosperidad material, se está extendiendo un desierto espiritual: un vacío interior, un temor sin nombre, un sentimiento silencioso de desesperación".

Para superar esa falta de fe, Benedicto XVI propuso el evangelio que revela "la dignidad como hombres y mujeres creados a imagen y semejanza de Dios" y "el maravilloso llamado de la humanidad, el cual es encontrar satisfacción en el amor".

Después aseguró que "\u00A1la Iglesia también necesita de esta renovación!" y "de la fe, el idealismo y la generosidad" de los jóvenes, tras lo cual les animó a ser sacerdotes.

"Le dedico una petición de manera especial a aquellos de ustedes que el Señor llama al sacerdocio y a la vida consagrada. "No tengan miedo de decir 'sí' a Jesús", afirmó.

La misa en el hipódromo comenzó con danzas y cantos de los pueblos aborígenes de Australia y durante la misma también recibieron el sacramento de la confirmación 24 jóvenes.

Benedicto XVI, que se unió el jueves a los trabajos de la Jornada Mundial de la Juventud, regresará mañana a Roma, desde donde se trasladará después a su residencia de verano en Castel Gandolfo.

Aunque los actos oficiales han terminado, fuentes vaticanas no descartaron que el Papa se reúna con algunas de las víctimas de los abusos sexuales cometidos por algunos sacerdotes en Australia y por los que ayer Benedicto XVI pidió perdón y expresó su dolor.