"La culpa es del sistema y de quienes llevan veinte años defendiendo la libertad absoluta del mercado", ha asegurado hoy en una entrevista con EFE Sampedro, que mañana recibe la medalla de honor de la Universidad Complutense y que esta semana asiste en El Escorial a un curso que profundiza en su obra y en el carácter humanista de este escritor.

Crítico con el mundo que le ha tocado vivir y atizador constante de la globalización, Sampedro afirma que culpar al Gobierno español de la crisis económica "es como si se acusase al señor Zapatero de haber provocado el desplome de las empresas americanas".

"Ni el Gobierno actual ni el anterior han provocado ningún desastre en la economía americana ni son culpables de la subida de los precios del petróleo. Es como una desgracia que cae encima", señala este reputado economista, autor de "Teoría estructural", "Estructura económica mundial" y "Conciencia del subdesarrollo", entre otros libros relacionados con este ámbito.

"Hay que arremeter contra el sistema, porque esta crisis es esencialmente igual que otras anteriores", afirma Sampedro, quien critica la facilidad con la que en España, "y en todos los demás países, se han dado unos créditos exagerados; y los señores que se han pasado veinte años hablando de la libertad absoluta del mercado y despreciando al Estado, ahora vienen a pedirle al Estado que les dé dinero y que les apoye".

A sus 91 años, Sampedro se encuentra "bien dentro de lo que cabe, pero cabe poco", dice con humor, y agradece "infinitamente" que la Complutense le conceda su medalla de honor.

"De por sí es un honor, pero es que, además, lo es mucho más para mí porque yo he hecho toda mi carrera universitaria en la Complutense; formé parte de la primera promoción de Económicas y fui el primer catedrático de Estructura Económica hace ya sesenta años", rememora el escritor, que mañana hablará sobre el humanismo en una conferencia que forma parte de las actividades extraordinarias de los cursos.

Sampedro sabe que haber superado los 90 se presta a hacer balance, y, cuando mira hacia atrás, ve partes de su vida de las que no está del todo contento, pero asegura que siempre ha procurado "no hacer daño a nadie deliberadamente" y "ser honesto".

"No me considero perfecto ni mucho menos, pero he tratado de hacer aquello que me gustaba y no porque diese más o menos dinero, y de hacerlo lo mejor que he podido. No he regateado esfuerzos", subraya el autor de novelas tan queridas por los lectores como "Octubre, octubre", "La sonrisa etrusca" o "La vieja sirena", que ha estado acompañado durante la entrevista por su mujer, Olga Lucas.

Lleva décadas denunciando aquello que le preocupa del mundo, pero no lo ha hecho "por espíritu guerrero", porque no es "belicoso", sino por respeto a sí mismo y por "deber personal de honestidad".

Decía Martin Luther King que "lo peor no son los hombres malos sino el silencio de los hombres buenos", una frase que este escritor eligió como lema para su libro "Los mongoles en Bagdad".

Y lo hizo porque le parece "gravísimo" que la llamada Europa, "que en estos momentos está muerta, haya abdicado de su papel espiritual y de su papel de dignidad, y cierre los ojos a tanta barbaridad como ocurre en el mundo y no intervenga en nada absolutamente. Eso me parece terriblemente escandaloso".

José Luis Sampedro, merecedor de las medallas de oro al Mérito en las Bellas Artes y al Mérito en el Trabajo, ha dicho en alguna ocasión que "la vida es un arder y el que no arde no vive". "La muerte es el precio que pagamos por estar vivos, sencillamente", añadía hoy.

Ha tratado de "vivir intensamente", pero lo ha hecho "hacia adentro". "He procurado hacerme mejor de lo que soy, pero sin grandes batallas exteriores", subraya Sampedro, que estos días lleva vendados varios dedos de la mano derecha debido a "un accidente doméstico".

El escritor insistía hoy en que no va a escribir sus memorias y decía que lo más parecido que habrá será su libro "Escribir es vivir", realizado junto con su mujer.

"Yo siempre he dicho que cuando se escribe con ganas, con autenticidad, por necesidad interior, todo lo que se hace es autobiográfico. Yo no escribo lo que he vivido, pero vivo lo que estoy escribiendo, concluye".