El pederasta Álvaro I.G., conocido como ´Nanysex´, fue condenado ayer a 58 años de prisión como autor de cinco delitos de abusos sexuales, y seis de corrupción de menores, cometidos contra cinco niños entre 2002 y 2004.

´Nanysex´ ve así reducida a casi un tercio la pena a la que se enfrentaba ya que la Fiscalía pedía para él 175 años de prisión al considerar los hechos como agresiones sexuales y no abusos. Pero, al no encontrar evidencias del uso de la violencia o intimidación, el tribunal le ha condenado únicamente por abusos y corrupción de menores, reduciendo así notablemente su condena. Varios representantes de las víctimas ya anunciaron que van a recurrir la sentencia, pues los 58 años les parece una pena totalmente insuficiente para una persona que sometió a niños a terribles aberraciones.

La Audiencia Provincial de Madrid condenó a ´Nanysex´ a 58 años cárcel a pesar de que la Fiscalía solicitaba 175 años por 23 delitos de abusos sexuales. La reducción en la condena se debe a que la resolución contempla como atenuante la colaboración del acusado con las autoridades, a pesar de la agravante de abuso de confianza, ya que se valía de su trabajo como canguro acceder a sus víctimas.

Polémica. El punto más polémico de la sentencia es la consideración de de las atrocidades de ´Nanysex´ no como agresiones sexuales, sino como abusos. El fiscal estimó que las vejaciones debían ser tipificadas como abusos. La Fiscalía sostiene que a esas edades los niños no podían resistirse y en muchos casos no eran conscientes de que estaban siendo objeto de agresiones, por lo que no entienden que "el tribunal no aprecie el uso de fuerza" en los actos de ´Nanysex´.