En la presentación de la ópera, con la que Peralada conmemora el 150 aniversario del nacimiento de Puccini, Emilio Sagi ha señalado que la obra "emociona en el presente y emocionará en el futuro porque aún hoy, en este mundo maquinal que vivimos, nos identificamos con el amor apasionado y a la vez torturado de Rodolfo y Mimi".

Sagi ha confesado que su intención al acercar la acción a nuestros días era darle esa actualidad que cree que tiene esta obra "que, más allá de cierta cursilería que pueda encerrar, encierra verdades y miserias que a todas las generaciones nos atañen".

"Todos -añade el director de escena- hemos sufrido la muerte de amigas y amigos adorados, laminados por terribles enfermedades, como el sida o la tuberculosis, en los momentos más gloriosos de su juventud, que han cortado una vida plena de energía, de luz y de creatividad".

Para Sagi, cuando Mimi muere, con ella desaparecen "las ilusiones de la juventud, las fantasías y la vida sin complicaciones aunque sea en medio de la miseria" y en ese marco, Mimi no es sólo un personaje cualquiera, sino que representa "la sencillez de la poesía y la fragilidad de nuestra juventud".

El tenor venezolano Aquiles Machado ha dicho que "Rodolfo es el arquetipo del joven loco, pero que en esta producción adquiere una dimensión más cercana".

Rodolfo representa, además, "un punto de inflexión del cambio entre esa explosión vital del poeta a punto de madurar y el momento de afrontar una madurez más grande una vez muerta su amada".

El personaje que interpreta Machado es símbolo de esos jóvenes que "lo quieren todo o al menos tienen la ilusión de que lo tienen todo, pero que al final acaban descubriendo sus propias incapacidades en la vida".

En relación a su rol de Mimi, la soprano ucraniana Olga Mykytenko opina que se trata de "un personaje muy fuerte, que adopta la decisión de romper la relación, a pesar de que no resulta fácil: aunque enferma encuentra fuerzas de flaqueza para tirar adelante".

Esta "Bohème" presenta a un ramillete de jóvenes, "todos fuertes", que podrían ser calificados de "personajes toreros", a decir de Sagi.

El vestuario subraya esa nueva ambientación que Sagi ha dado a la obra de Puccini, con unos atuendos típicos de los años 60, "en un momento en que los jóvenes esperan un cambio después de la Segunda Guerra Mundial, en las puertas del Mayo de 68".

El vestuario, matiza Sagi, refleja ese eclecticismo de la época, con personas que tratan de conservar la sociedad y los valores frente a la progresía juvenil de esos años que buscan una cierta revolución".

Es el momento, sentencia el escenógrafo, en el que "Roger Vadim crea el modelo de la nueva mujer con Brigitte Bardot".

Además de Machado y Mykytenko, en el reparto de la obra figuran la soprano María José Moreno, los barítonos Javier Franco, Manel Esteve y Enric Serra, y el bajo Stefano Palatchi.

La ópera es una producción de la Fundación Ópera Oviedo, con la participación de la Orquesta Sinfónica de Barcelona (OBC), dirigida por su titular Eiji Oue, y el Coro de Cámara del Palau de la Música dirigido por Jordi Casas.