El estudio, que realiza una evolución de datos de los años 1999, 2001 y 20006, constata que mientras la cifra de jugadores patológicos no tiene una variación muy significativa entre esos años, en el caso de aquellos con problemas leves de juego la cifra prácticamente se duplica.

Así, la cifra de jugadores con problema leves de juego en la Comunitat Valenciana era de 85.032 en 1992, se incrementó a 122.825 en 2001 y en 2006 alcanzó la cifra de 163.875, casi el doble que siete años antes.

En el caso de los jugadores patológicos, se estima que en 1999 había unos 68.553 valencianos afectados, cifra que en 2001 aumentó hasta los 80.044 y que cinco años después, en 2006, era de 83.635.

El informe señala que aunque la evolución de los jugadores patológicos mantiene una ascendencia desde 1999 respecto al número de afectados, su prevalencia respecto a la población se mantiene alrededor del 2 por ciento en los tres periodos estudiados.

Según el estudio, el 87,5 por ciento de los jugadores patológicos es fumador y un 25 por ciento bebe diariamente, y con respecto a sus preferencias en el juego, el 87,5 por ciento opta por la Lotería, el 70,8 por ciento prefiere el bingo y el 66,7 por ciento las máquinas tragaperras.

Asimismo, un 29,2 por ciento reconoce que donde ha ganado más dinero es en las máquinas tragaperras, aunque las cantidades más elevadas de dinero la apostaron en los casinos, según el informe, en el que los jugadores afirman que siempre que pierden vuelven a jugar para recuperar lo perdido.

El informe destaca el aumento de personas que manifiestan no jugar a "ninguno" de los juegos de azar, de un 6 por ciento en 1999 a un 16 por ciento en 2006, y de aquellos que afirman no apostar, de un 2,8 por ciento en 1999 a un 6,7 por ciento en 2006.