Ya era una figura en los circuitos flamencos desde hacia años, pero el gran éxito le llegó con ´Lagrimas Negras´. Su flamante trabajo, ´Dos Lagrimas´, trae de nuevo aires cubanos, pero no es la continuación, ya que en medio de los dos tuvo tiempo para componer un disco ganador de un Grammy, ´Picasso en mis ojos´. Ahora promociona ese ´Dos Lagrimas´ mientras prepara sus próximos proyectos con Montserrat Caballé, Tomatito.... Y es que Diego el Cigala no descansa o quizás no lo necesita.

-La influencia de Cuba se sigue sintiendo en este disco... ¿Como surge ese vinculo con la tradicional cubana? ¿Que conexiones ha encontrado entre la cultura cubana y la latina en general?

-El vinculo surge por Bebo Valdés. Cuando le conocí y viaje a Cuba, me enamoré. De su gente, de su pueblo, de sus grandes músicos que han dado tanta gloria a Cuba y no han sido reconocidos. Y yo tenía una cuestión personal con el pueblo cubano, porque me gusta su swing, su feeling, su manera de tocar, de hacer música porque el bolero y el danzón son música de verdad, como el flamenco.

-¿´Lagrimas Negras´, ´Dos Lagrimas´... los titulos forman parte de una unidad o algo mas?

-No, las dos lagrimas son las que ha podido derramar Cigala durante estos cuatro años y medio, después de Bebo, tanto de alegría como de tristeza, emociones, engaños, desengaños... Ésas son las dos lágrimas, pero siempre hacia el lado positivo.

-¿En que medida ´Dos lagrimas´ es una continuación de ese ´Lagrimas negras´? 

-No lo veo como una continuación. Se dice mucho que se completan, pero yo diría que esta es una apuesta más arriesgada, más Cigala, y más hecha en lo que a mi respecta. Este disco tiene estilos diferentes que en el anterior no se encontraban: rumbón, guaguancó, copla... En el anterior la única copla era ´La bien pagá´.

-En este nuevo trabajo reinterpreta esos temas del imaginario popular, como ´Dos gardenias´ y ´Maria de la O´, y los críticos hablan de vanguardismo al referirse al Cigala. ¿Se siente usted innovador?

-Pues si, un poquito, claro que sí, aunque no dejo nunca de respetar mis raices, el flamenco, nunca dejo de serlo. Me gusta investigar pero con elocuencia, con sentido, con sonidos del alma.

-En su ultimo álbum recupera de nuevo los sonidos de Latinoamérica. ¿Tiene previsto continuar en esta linea de fusión en futuros trabajos? Quizás planee algún trabajo de flamenco más puro, más ligado al jondo...

-Sí, estoy preparando un disco de flamenco y otro con Monteserrat Caballé que empezamos en septiembre. El disco de flamenco lo van a llevar Tomatito y Diego el Morao, repleto de seguidillas, bulerías, tango, fandango... Más puro. Guitarra y palmas.

-Los interpretes más jovenes se atreven con la reinterpretación del flamenco desde otros estilos como el hip hop. ¿Que opinión le merece este tipo de fusiones?

-Es que la palabra fusión no me entra con el flamenco. El flamenco hip hop, flamenco chill out, flamenco ensalada... [risas].No me gusta. El flamenco es tan enriquecedor por sí solo que no tiene por qué meterse en ningún parapeto de esta índole. Pero si es música del alma es muy distinto. Cuando te encuentras con músicos como Jerry González, entonces sí.

-¿Que camino debe seguir el flamenco hoy, adaptarse a las nuevas generaciones o son ellas las que deben profundizar y admirarlo tal y como es?

-Yo creo que son ellos los que tienen que hacerlo, profundizar en el flamenco y admirarlo. Para el resto ya estan las tecnologías y adaptaciones, pero no se pueden perder las raices.

-Usted es gitano y canta flamenco. Si no lo fuera, ¿sería esa vocación igualmente o está ligada con la raza?

-Sí, está totalmente ligada a la raza. Para cantar flamenco hay que ser gitano.