Según la investigación efectuada por científicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Massachusets, (EEUU) el riesgo de apoplejías en una persona que nunca ha fumado y está casada con un fumador aumenta en un 42 por ciento en comparación con aquellas cuyas parejas no son fumadores.

Para un ex fumador estar casado con un adicto al tabaco aumenta el riesgo en un 72 por ciento.

Por otra parte, vivir con un ex fumador no incidió en un aumento de ese peligro en comparación con aquellos que están casados con alguien que nunca ha fumado, señaló el análisis de datos proporcionados por el Estudio sobre Salud y Jubilación elaborado con el patrocinio del Instituto Nacional de Geriatría.

Según María Glymour, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, este estudio pone en evidencia que el humo del tabaco aumenta el peligro de ataques apopléticos entre no fumadores y ex fumadores.

"Los beneficios de dejar de fumar probablemente se extiendan más allá de los individuos para incluir a sus cónyuges, lo que multiplica sus beneficios", señaló.