Simply Red dejará de ser ´red´ y, simplemente, desaparecerá. El pelirrojo fundador de la banda británica, cuyo color de pelo le daba nombre, Mick Hucknall, emprenderá su vuelo por los escenarios mundiales como solista. Una decisión que supone la desintegración del mítico grupo de pop-soul que emprendió su trayectoria en 1984, y que ha contado este mismo año con un prólogo: el disco de tributo a Bobby Bland que Hucknall acaba de lanzar bajo su propio nombre.

La defunción ya tiene fecha y será en la primavera de 2010, cuando concluya la gira internacional que realizan y que esta noche tiene alojados a sus componentes en el Hotel Puente Romano de Marbella. El único lugar de la Península Ibérica donde se dejarán ver por última vez. El propio Hucknall lo anunció ayer durante la rueda de prensa de presentación del concierto. En ella, dejó más que patentes sus facultades para emanciparse, a sus 47 años. Sabe volar y vuela bastante alto.

Con gafas de sol ´incrustadas´, el líder de Simply Red no dejó ver sus ojos durante los poco menos de 15 minutos de conferencia y restringió el trabajo de los fotógrafos a dos minutos, para no exponer su piel a los ´agresivos´ flashes de sus cámaras.

"Tengo pasión por la música de los años 40 y trataré de incorporarla a mi nuevo estilo, junto con influencias de los 70 y 80", adelantó como aperitivo de su nueva carrera en solitario.

El fenómeno de la piratería no le asusta demasiado. Cree que, hoy por hoy, es algo "que no se puede controlar, porque los jóvenes ven internet como un sitio donde se pueden descargar todo gratis", pero no sucederá lo mismo en el futuro. "Youtube está empezando a pagar a los artistas que aparecen en su portal y las empresas empiezan a ser más responsables". Una decisión que le alegra: "No todos los artistas tienen éxito como yo".

Experiencia. Como músico, reconoce ser un afortunado acaparador de buenas experiencias: "Estuve sin empleo durante cuatro años y ya mi primer trabajo llegó al top, fue uno de los más vendidos de mi país". Entonces daba rienda suelta a su predilección por el soul y la música negra en general. "La oía desde pequeño", recuerda. Pero, este estilo no es incompatible con la música de baile, que recuperará en sus próximos discos, a su nombre. Porque Hucknall lo tiene claro: "Quiero que la gente baile". Cómo él bailó tiempo ha en su primera noche en Marbella. "Me pasé toda la noche de fiesta; al día siguiente me recuperé en la playa... Estoy ilusionado por estar aquí". Una ilusión que compartirán los 2.600 admiradores dispuestos a vibrar con sus canciones por entre 150 y 300 euros.