En algunos sectores de San Juan, los vehículos estacionados en las calles presentaban una fina capa de ceniza que obligó a muchos conductores a lavarlos, lo que probablemente deberán hacer de nuevo mañana ante la inminente llegada hoy de una bruma de partículas africanas.

Las autoridades aconsejan a los pacientes de asma o con problemas respiratorios o inmunológicos que se queden en sus casas, porque tanto los residuos volcánicos como el llamado polvo del Sahara podrían agravar sus afecciones.

Informes meteorológicos de televisión presentan imágenes del cielo puertorriqueño congestionado y grisáceo como consecuencia de ambos fenómenos meteorológicos, aunque se espera que la situación mejore en las próximas horas.

El Departamento de Salud de Puerto Rico explicó que las cenizas volcánicas, con alto contenido de azufre, y el polvo del Sahara, aunque no necesariamente afectan a las personas sanas, pueden provocar "tos seca, ardor o picor en los ojos, secreción nasal y respiraciones cortas y rápidas".

"Las reacciones alérgicas, sobre todo en aquellas personas con predisposición genética a la condición de asma bronquial, pueden desencadenar en un episodio agudo de asma. Otras personas pueden sufrir estos efectos como manifestaciones en la piel", indicó un informe gubernamental.

La nube de ceniza provocada por la erupción del volcán Soufriere Hills, en la Isla de Monserrat, la madrugada del martes, obligó a cancelar ayer dos vuelos en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín de San Juan (AILMM), el principal de Puerto Rico.

La erupción, según el Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan, fue la más fuerte que había experimentado el volcán desde 2001 y expulsó una columna de cenizas de 12 kilómetros sobre el nivel del mar.

El Soufriere Hills había estado inactivo durante décadas hasta 1995, y cuando en 1997 entró de nuevo en erupción causó 19 muertes.

La que entonces era la capital del país, Plymouth, quedó sepultada, por lo que unas 5.000 personas abandonaron la isla y las que quedaron, unas 4.500, se trasladaron al norte.

El meteorólogo Félix Castro, del SNM, explicó a Efe que el polvo del Sahara en el Caribe es un fenómeno que habitualmente afecta a Puerto Rico los meses de junio y julio, después de que se produzcan tormentas de arena en el desierto africano.

"El polvo sube a la atmósfera" y atraviesa el Atlántico, "igual que las ondas tropicales, tormentas y huracanes", impulsado por los vientos alisios y cargando, además, "muchos particulados, bacterias, microbios, hongos y compuestos químicos", indicó Castro.

Pero además de los inconvenientes para la salud de las personas, tanto las cenizas volcánicas como el polvo del Sahara pueden afectar el tráfico aéreo porque baja considerablemente la visibilidad.

En el caso de las cenizas volcánicas, además puede afectar a la mecánica de los aviones.

Normalmente, estos fenómenos no se prolongan por más de un día sobre Puerto Rico, aunque pueden afectar varias jornadas si hay poco viento que los desplace, y habitualmente desaparecen con un poco de lluvia, "se aclara" el cielo y "se limpia el aire", dijo Castro.