El argentino Joaquín Salvador Lavado, conocido mundialmente como ´Quino´, anunció el mes pasado en una revista que publica sus historietas que para evitar repetirse dejará de dibujar, pero pidió al público que no lo tome "como una despedida sino como una ausencia temporal".

Quino, nacido hace 76 años en la ciudad de Mendoza, haciendo referencia a la reedición de sus historietas, agregó: "Resultó interesante volver a verlas por la asombrosa actualidad que presentaban muchas de ellas, lo que prueba que tantos problemas que hoy nos agobian vienen repitiéndose gracias al talento que pone la sociedad en reciclar sus errores".

El autor, que tiene más de 50 años de trayectoria, recordó que la idea de volver a publicar aquellos trabajos surgió cuando se dio cuenta de que también él sufre "de ese mismo mal" de repetirse "en los temas y el estilo de dibujo".

"Me pareció acertado tomarme un tiempo hasta encontrar algún modo de renovar el enfoque de mis ideas o al menos nuevas formas en mi línea gráfica. Lamentablemente, al día de hoy no he sabido encontrar la fórmula de tales cambios", explicó el dibujante desde las páginas de ´Viva´, el suplemento dominical del diario Clarín.

´Quino´ justificó su decisión de no seguir repitiendo "páginas ya republicadas" al considerar que sería "una falta de respeto no sólo a los lectores de ´Viva´ sino también a una larga carrera".

"No se tomen estas líneas, que tanto me cuesta escribir, como una despedida, sino como una ausencia temporal que espero sea breve porque no me gusta nada la idea de que mis dibujos no sigan apareciendo en estas páginas", concluyó.

Raíces. Hijo de españoles emigrados en 1919 a Argentina, ´Quino´ se vio atraído por el dibujo desde niño y cursó estudios de Bellas Artes, que abandonó para dedicarse al humor gráfico, publicando su primera página en 1954.

Heredero, según él, del carácter trágico y el humor negro de los andaluces, el dibujante alcanzó fama mundial gracias a Mafalda, personaje nacido en 1963 y cuyas historietas se han traducido a más de treinta idiomas.

Aunque Lavado dejó de dibujar en 1973 a esa niña de pelo oscuro y cara redonda que hacía gala de una gran ironía, Mafalda sigue siendo símbolo de rebeldía.

El autor, casado con Alicia Colombo, y que últimamente se ha dedicado a la pintura y a gestionar la difusión de sus dibujos, está radicado en Europa desde hace varios años y en 1990 adoptó la nacionalidad española.