Se abren las puertas el segundo día del SOS 4.8 bajo un sol de justicia. Al principio sólo llega un goteo de personas con cara de haber dormido poco y mal, pero están dispuestos a echar el resto. Y se van arremolinando bajo las sombrillas, tirados en el césped, tumbados en una butaca: cualquier cosa para aguantar el calor y cargar las pilas hasta la tarde, cuando llegan los platos fuertes. Por ello se reúnen en la zona SOS Club, donde tienen música, sombra, asientos... y una barra cercana.

"El festival está muy bien organizado y el precio es asequible, aunque las bebidas estén muy caras", dice Vanessa, que ha venido desde Tarragona. "Anoche aguantamos hasta el final -añade- pero hemos podido descansar y estamos preparados para aguantar todo el día". ¿Y los grupos que tocaron el viernes? "Todos geniales", afirma su novio Edu, que destaca sobre todo "a Franz Ferdinand y Delorean".

Parece que la mayoría coinciden en que Franz Ferdinand, el grupo estrella de la primera jornada, estuvo a la altura. Eso declaran, por ejemplo, Diana, Nieves y Pilar, que llegaron en coche desde Valencia con el tiempo justo para acudir a su actuación. "Tuvimos que dormir en el coche, porque cuando quisimos reservar alojamiento ya estaba todo ocupado", aseguran.

No son las únicas que han aprovechado su vehículo como improvisado dormitorio. Un vistazo al parking del Eroski y afloran las caravanas, los asientos reclinados y un pie ocasional que asoma por una ventanilla abierta. Son personas que se decidieron a venir demasiado tarde para encontrar un sitio donde pernoctar, o simplemente "por la aventura", como es el caso de Chano, de Barcelona. "Es de los mejores festivales a los que he ido, junto al Primavera Sound", destaca el catalán, mientras su novia Marina no deja de nombrar grupos que quieren ver por la noche "Love of Lesbian, Fatboy Slim, Magic Numbers... ¡Es un cartelazo!".

Pero tampoco están exentos de quejas. La mayoría de los conductores-dormitorio se lamentan de que no se haya habilitado un parking propio del festival, e incluso alguno, como Ángela, de Granada, sugiere que "tendrían que haber instalado duchas para la gente, o al menos unos aspersores para refrescarnos". Parece ser que el tiempo contestó a su reclamación de forma rotunda.