"Gracias por contar mi vida, por contar nuestras vidas". Es la frase que ayer repetían los presos del centro penitenciario de Alhaurín de la Torre tras el preestreno del nuevo cortometraje del cineasta malagueño Enrique García, ´Tres razones´, en el que propone otra visión de la prisión y romper con los estereotipos del cine de temática carcelaria. Y es que los reclusos se sintieron ayer identificados con las vivencias y las experiencias que narra la cinta. ´Diez Razones´, que ha sido posible gracias a la ayuda del Instituto Andaluz de la Juventud, Instituciones Penitenciarias y la Diputación de Málaga, se estrenará esta noche, a partir de las 22.00 horas, en los cines del centro comercial y de ocio Plaza Mayor.

Sobrepasado por la emoción y la inmensa felicidad de haber cuajado una historia llena de realidad, el guionista malagueño se embarcó en este cortometraje a partir de un taller de cine del FICCAB, en el que los alumnos aprendieron el proceso de producción y realización de un cortometraje.

García explicó la sorpresa que supuso ver que, cuando los actores de reparto entraron en la cárcel para grabar, dejaron de ser profesionales y se propusieron "no disfrazarse de reclusos, sino ser uno más de ellos y actuar como tal", por lo que algunos funcionarios "incluso llegaron a confundirlos con los propios internos".

"Dicen que una sociedad se mide por cómo es su prisión, que no busca hundir a las personas, sino que reflexionen y sean capaces de reinsertarse", apuntó el director de ´Tres razones´, quien se mostró satisfecho por haber conseguido "robar la vida de los reclusos en media hora y dar a conocer las vivencias entre ellos".

Asimismo, el director del Instituto Andaluz de la Juventud, que también asistió al preestreno de la cinta en el Centro Penitenciario, destacó que el objetivo era desarrollar valores culturales en la juventud, con el fin de dotarla de herramientas y de que, de este modo, actúen como sujetos críticos de la realidad.

La actriz Virginia de Morata, que interpreta a Sara en el cortometraje, contó que lo más difícil para ella fue entrar en la cárcel y ponerse en la piel de un personaje que "no tiene libertad ninguna", y expresó que su misión en todo momento fue observar el día a día de los reclusos "para ser uno más".

Emoción. "Nos han abierto los brazos, el alma y el corazón, lo que me ha facilitado muchísimo el trabajo, y además me han devuelto la ilusión en mi profesión como actriz", expresó emocionada. Asimismo, manifestó que le ha dolido mucho el personaje de Sara, hasta el punto de que llegó "a enamorarse de ella y de todos lo que han participado en el corto", pues, según cuenta, se ha sentido "una interna de verdad que debe asumir la culpa".

Chico García, otro de los actores protagonistas, subrayó el sentimiento de "miedo" con el que entraron, "que se fue manifestando primero en una sonrisa, después en un chiste y, posteriormente, en una broma, y ha añadido que fueron "los propios reclusos los que les hacían olvidarse de que estaban trabajando". La cantante malagueña Pasión Vega ha puesto la voz a los temas compuestos, además, por varios presos.