Los concursos de acreedores se disparan a final de 2020 y abren el temor a una avalancha este año

El número de empresas malagueñas que han entrado en concurso de acreedores se disparó un 46% en el último trimestre de 2020 y, aunque el conjunto del año registró cifras contenidas debido a la moratoria que instauró el Gobierno para evitar que firmas solventes tuvieran que presentar la declaración de quiebra ante los juzgados, los expertos temen que esto sea ya un anticipo de lo que nos espera este 2021. El próximo 14 de marzo vence la citada moratoria y son muchos los que piensan que, a partir de esa fecha, habrá una oleada de empresas que caerán en situación de insolvencia debido a su deteriorada situación económica por el impacto de la pandemia.

Por lo pronto, el trimestre final de 2020 ha dejado 41 nuevas empresas en concurso, lo que representa el registro trimestral más alto desde el cuarto trimestre de 2012, cuando se vivían los peores momentos de la anterior crisis económica. La hostelería, con nueve quiebras, el comercio con ocho y la construcción con seis son los segmentos productivos de la provincia que más concursos sufrieron en este cuatro trimestre del aciago 2020, marcado por las nuevas restricciones de actividad a las que obligó el repunte de contagios, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Este pasado 2020 arrancó en Málaga con cifras muy bajas de concursos en el primer trimestre, antes de que estallara la pandemia

Con este volumen, el año de la pandemia ha acabado en Málaga con 73 concursos en empresas, una cifra inferior a la de los tres ejercicios precedentes (en 2017, 2018 y 2019 hubo respectivamente 92, 79 y 82). El comercio y la construcción, con 18 quiebras cada uno, y la hostelería con 11, son los sectores más damnificados en el conjunto del ejercicio, concentrando el 64%, es decir, casi dos terceras partes.

Las perspectivas, sin embargo, son muy inquietantes a futuro, ya que este pasado 2020 arrancó en Málaga con cifras muy bajas de concursos en el primer trimestre, antes de que estallara la pandemia, e incluso en el segundo (nueve y seis en cada caso), para empezar a subir la incidencia a lo largo del tercero (17) y acabar con un significativo aumento en el cuarto (los citados 41). De esta forma, el 56% de los concursos se contabilizaron en ese último trimestre, lo que refleja el progresivo deterioro del tejido productivo y plantea un 2021 muy incierto.

De hecho, el decano del Colegio de Economistas de Málaga, Juan Carlos Robles, ya ha manifestado en varias ocasiones su temor a que, a partir de marzo, haya un avalancha de nuevos concursos, una vez que expire la moratoria del Gobierno, que ha pretendido evitar que empresas viables, pero afectadas por el impacto de la pandemia en la economía, se vieran abocadas a la liquidación.

En concreto, hasta el 14 de marzo está suspendida la obligación de los deudores de solicitar concurso de acreedores (concurso voluntario), así como la obligación del juez de admitir a trámite el concurso si lo solicitan los acreedores antes de esa fecha (concurso necesario).

Hasta el 14 de marzo está suspendida la obligación de los deudores de solicitar concurso de acreedores (concurso voluntario)

«Temo que a partir de ese día asistamos a una cascada de declaraciones de quiebras. De hecho, ya estamos viendo un gran repunte y eso garantiza un colapso en los juzgados en los próximos meses», apunta Robles, que advierte también de que existen muchas empresas «zombies» que en realidad están esperando a esa fecha para presentar el concurso. También avisa de que hay trabajadores de esas firmas que están actualmente en ERTE. «Igual cuando se reincorporen la empresa ya está en concurso», señala.

El decano reclama además al Gobierno que prepare la transposición de la directiva europea de insolvencias, que debe incorporarse en junio de este año, y que dotará de nuevos instrumentos de apoyo a la empresa. «Creará mecanismos interesantes como unas alertas que permitirán detectar antes a las empresas con problemas o la designación, en fase de preconcurso, de un experto financiero que les asesore para buscar su viabilidad», sostiene.

Temor a un «tsunami»

El presidente de la patronal de hostelería de Málaga, Javier Frutos, cree que 2021 y 2022 serán años, si nada lo remedia, de cierres y concursos en su sector, debido a la ausencia de ingresos y a las obligaciones de pago de los negocios. «Los préstamos ICO, por ejemplo, tendrán que empezar a devolverse, y eso será la puntilla para muchos. El endeudamiento de las empresas, a la larga, les puede llevar al concurso», lamenta.

De la misma opinión son otros expertos, caso de Carlos Higueras, profesor de EAE Business School, que alerta de la estadística del INE está «sesgada» debido a la moratoria. A su juicio, es muy previsible, según indicó a Efe, que en el segundo trimestre de 2021 haya un aumento significativo, «un tsunami» del número de concurso de acreedores, que «con mucha probabilidad van a colapsar los juzgados de lo mercantil».

En el mismo sentido se manifestó el Registro de Economistas Forenses (REFOR) del Consejo General de Economistas, que señala que «no es un descenso real que refleje una mejor salud de nuestro tejido empresarial, sino artificial, pues la moratoria concursal permite no solicitar el concurso de acreedores hasta el 14 marzo de 2021, lo que podría estar causando un efecto de contención de los mismos».

Por otro lado, además de las 73 empresas concursadas en Málaga en este 2020, el INE también señala que 24 particulares solicitaron también a lo largo del ejercicio la entrada en este procedimiento.