La bodeguilla

Nuevas y viejas batallas en el PSOE

Pedro Sánchez y Susana Díaz en un mitin, en una imagen de archivo.

Pedro Sánchez y Susana Díaz en un mitin, en una imagen de archivo. / Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

La historia reciente del PSOE colecciona situaciones en las que sus militantes se ven abocados a posicionarse en corrientes antagónicas. A diferencia del Partido Popular -donde suelen fingir que se llevan bien cuando es necesario- los socialistas arrastran la tradición de airear sus trapos sucios internos en público. Sin ir más lejos, el cisma abierto en Andalucía ha comenzado a arrojar dimes y diretes en los que salta a la vista la patente de esa dinámica cainita. Las formas con las que se lanzan mensajes unos y otros compañeros se alejan de la crítica constructiva y activan el botón del turbo en el ventilador. Se generan tensiones que van más allá de la nueva batalla que se está librando y despiertan otros viejos enfrentamientos de distinta índole que seguían latentes.

Algo similar está sucediendo estos días en la agrupación de Fuengirola, un municipio que fue en su momento de los primeros de la provincia en contar con un nutrido sector que apoyaba a Pedro Sánchez cuando se enfrentó a Susana Díaz por el poder de la sede central de la madrileña calle Ferraz.

Ahora, el hecho de que el portavoz municipal fuengiroleño, David Álvarez Castillo, se sumara -con declaraciones realizadas en La Opinión de Málaga- a las voces que piden en toda la geografía malagueña «un nuevo PSOE andaluz» no han sentado bien en la dirección del partido. De hecho, han llevado a la secretaria general del PSOE de Fuengirola, Carmen Segura, a llamar al orden al «compañero» que se ha posicionado al hacer pública la postura de un sector del -ya de por sí dividido- socialismo de la ciudad costasoleña.

En el comunicado con el que reaccionó a la manifestaciones de David Álvarez, Carmen Segura insistía en que el PSOE de Fuengirola adoptará una posición de neutralidad durante el proceso que culminará con la celebración, en torno al mes de diciembre, de las primarias y el consiguiente congreso regional en el que se decidiría entre la continuidad de Susana Díaz o una candidatura alternativa del sector crítico, que cuenta con la bendición del aparato federal sanchista.

«Seremos leales a lo que recogen nuestros estatutos del 39 congreso, que dice ‘un militante, un voto’ y eso será en el momento que determine el PSOE», enfatizó la dirigente socialista fuengiroleña.

El debate interno que divide al socialismo andaluz ha reabierto las heridas ya existentes en la agrupación de Fuengirola

Asimismo, Carmen Segura subrayó que la agrupación «no puede tolerar que ningún compañero o compañera hable en nombre de la militancia». «Las palabras del compañero David Álvarez Castillo en los medios de comunicación están deslegitimadas para hacerlo en nombre de todos y todas quienes formamos la agrupación del PSOE de Fuengirola, no teniendo validez alguna ya que no pertenece a la dirección del partido».

Esta alusión remite al enfrentamiento que mantienen la dirección local y el grupo municipal desde que en junio de 2019 los concejales se marcharan de la ejecutiva de Segura, a la que acusaban de no ser leal en la campaña de los comicios municipales que también desembocaron en la renuncia del candidato y anterior secretario general, Javier García León.