Coronavirus

La cepa más agresiva ya está en Málaga

Sanidad alerta de que la variante sudafricana "tiene posibilidad de escape" en algunos procesos de inmunización

La cepa sudafricana  "tiene posibilidad de escape" en algunos procesos de inmunización

La cepa sudafricana "tiene posibilidad de escape" en algunos procesos de inmunización / L. O.

Fran Extremera

Fran Extremera

Uno de los cuatro casos confirmados en Andalucía de la cepa sudafricana del coronavirus se ha localizado en Málaga. La preocupación de la Consejería de Salud y Familias parte de los informes del Ministerio de Sanidad donde se alerta del "escape a la respuesta inmune adquirida tras la infección natural o generada por algunas vacunas".

La variante sudafricana se enmarca, además, en los estudios que actualmente ya se desarrollan en China para aplicar una tercera dosis de las vacunas para poder luchar con garantías frente a esta mutación del Covid-19. La Junta está atenta a estas estrategias, así como a la posible evolución de la nueva cepa, al objeto de establecer nuevos protocolos.

La Junta ha confirmado que una persona procedente de Senegal y que efectuó una travesía aérea entre Marruecos y Málaga es la que ha introducido la cepa a la provincia. El primer caso detectado en la comunidad autónoma se registraba hace días en tierras granadinas hace días y, junto al que se ha situado en suelo malagueño, existen otros dos que habrían entrado por Barajas y que tendrían como destino la provincia de Sevilla y otro destino andaluz por el momento no determinado.

Recordemos asimismo que durante la pasada semana dos de cada tres nuevos contagios en la provincia de Málaga respondían al patrón de la cepa británica del virus, otra de las más agresivas por su capacidad para propiciar nuevos contagios.

Los análisis en suelo chino parten de la aplicación experimental de una tercera dosis a la población ya vacunada, con el objetivo de "frenar la expansión" de la cepa sudafricana y de esas otras variantes más contagiosas. Ese pinchazo adicional agregaría seguridad ante nuevas mutaciones o la pérdida de la eficacia esperada contra la enfermedad.

Las investigaciones clínicas para saber si esta medida es útil o no parten de la necesidad de saber hasta qué grado se eleva el número de anticuerpos en personas ya vacunadas, así como certificar que el tratamiento serviría de escudo a la variante sudafricana, por ahora la más temida de todas.