Sanidad

Los farmacéuticos de Málaga, preparados para vender el test rápido

Según el Ministerio de Sanidad, la compra de pruebas rápidas de coronavirus ampliará la capacidad diagnóstica y contribuirá a reducir la presión asistencial de los centros sanitarios

Las farmacias podrán vender sin receta los test de autodiagnóstico de COVID-19

Las farmacias podrán vender sin receta los test de autodiagnóstico de COVID-19 / Daniel Tortajada

La compra de test rápidos de COVID-19, en farmacias y sin receta, será un realidad tras la rectificación del Ministerio de Sanidad. El sector farmacéutico se encuentra a la espera de la aprobación del real decreto que permita la venta de estos productos, que ya se lleva a cabo en países como Alemania, Reino Unido, Francia o Portugal. Según el Ministerio de Sanidad, la venta de pruebas rápidas de coronavirus ampliará la capacidad diagnóstica y contribuirá a reducir la presión asistencial de los centros sanitarios.

Pese a las peticiones de los profesionales del sector y de varias comunidades autónomas, como Cataluña, Sanidad se mostraba reacia a autorizar la compra de test rápidos sin receta para una enfermedad de declaración obligatoria. El decreto actual -Real Decreto 1662/2000, de 29 de septiembre- exige la existencia de una prescripción para la venta al público de pruebas de autodiagnóstico, a excepción de algunos productos como los test de embarazo, fertilidad, virus VIH o glucemia.

Esta norma será, finalmente, modificada por un nuevo decreto ley, cuyo texto se encuentra ya redactado y disponible para información pública en la página web del Ministerio de Sanidad. Este periodo de información comenzó el pasado 30 de abril y se prolongará hasta el próximo 10 de mayo, fecha final de la audiencia pública a la que el ministerio ha sometido a este decreto.

Ampliar la capacidad diagnóstica es uno de los objetivos que persigue esta norma que, según Sanidad, “permitirá a la población general la realización de las pruebas sin la intervención de un profesional sanitario, lo que por un lado reducirá en cierta medida la presión asistencial de los centros sanitarios y permitirá la identificación rápida de sospechas de casos positivos”. En esta línea, el ministerio considera preciso establecer estas medidas extraordinarias para facilitar la detección de la COVID-19.

Así, las pruebas autodiagnósticas de coronavirus pasarían a formar parte de las excepciones contempladas en la venta de productos autodiagnósticos: “Para la venta al público de los productos de autodiagnóstico se exigirá la correspondiente prescripción. Como excepción, esta prescripción no será necesaria en los productos para el diagnóstico del embarazo y de la fertilidad, así como en los productos de para la determinación de la glucemia, para la detección del VIH y para las pruebas de autodiagnóstico de la COVID-19”. En esta última categoría estarían incluidas, también, las pruebas rápidas de autodiagnóstico de anticuerpos, lo que contribuirá a reducir la presión asistencial, defiende Sanidad.

Este conjunto de medidas se enmarcan en la línea de actuación de otros países europeos. En algunos de ellos, como Francia o Portugal, los test rápidos de coronavirus son distribuidos en supermercados y su precio oscila entre los 7 y los 10 euros. Por el momento, el ministerio solo autorizará la comercialización de estas pruebas en farmacias. Sanidad espera que la decisión contribuya a “ayudar eficazmente a la progresión de la pandemia y, por lo tanto, a la disminución de las restricciones de movilidad y a la reanudación de las actividades normales”.

El Ministerio de Sanidad ha solicitado ya a las administraciones públicas los informes necesarios para la tramitación de esta modificación, para la cual han reducido el plazo del trámite a siete días hábiles. La propuesta ha sido aplaudida por parte de los sectores que ya venían meses reclamándola. “Facilitar el diagnóstico siempre es bueno. Todo lo que sea dar rapidez al diagnóstico y tranquilidad a la gente está bien”, indica Eduardo Martínez, experto en Microbiología y Epidemiología.

Para este profesional la venta de estos test rápidos cuentan con la ventaja de la velocidad de sus resultados pero, advierte, de la fiabilidad y de la interpretación que se pueden hacer de ellos: “Los resultados pueden llevar a confusión y la gente puede llegar a relajarse equivocadamente. Aunque estos test están bien como información y como diagnóstico rápido, la prueba más fiable continúa siendo la PCR”.