Un nuevo incidente devuelve a la actualidad el complejo caso Wanninkhof. Alguien dejó hace pocos días un puñado de objetos, presumiblemente de Rocío, en la puerta de la casa que Alicia Hornos tiene en Mijas.

Unas bragas manchadas de sangre -presuntamente de la joven asesinada Rocío Wanninkhof-, un mechón de pelo, unas colillas de cigarrillo marca Nobel, dinero en pesetas, una foto de la joven cuando tenía 10 años y algo de ropa de otra persona fueron depositadas en una bolsa de plástico oscuro ante la puerta de la casa que la familia de la fallecida tiene en La Cala de Mijas el pasado 23 de agosto.

Así lo confirmó ayer Alicia Hornos, madre de Rocío, a la cadena Ser en unas declaraciones en las que aseguraba haber reconocido la ropa interior de su hija. Asimismo, fuentes de la Guardia Civil indicaron que también reconoció una falda de Dolores Vázquez entre los enseres.

Hornos indicó que los objetos fueron depositados por alguien a quien no llegó a ver en la puerta de su vivienda de La Cortijera. "Pegaron al timbre y cuando abrí no había a nadie, sólo el paquete bien cerrado con piezas de ropa y otras cosas", declaró la madre de la joven tristemente desaparecida y asesinada en octubre de 1999.

Según su testimonio, no abrió el paquete de plástico negro inmediatamente, sino que esperó a su compañero sentimental para abrirlo por precaución. "No lo abrí por miedo a que fuese algún bicho, les tengo mucho miedo", dijo.

Al descubrir lo que contenía trató de localizar a su abogado, Marcos García Montes, con el que no pudo contactar inmediatamente. Cuando días después logró hacerlo su letrado le recomendó que acudiera inmediatamente a la Guardia Civil con los objetos y denunciara los hechos.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Málaga confirmaron ayer que la jueza responsable del caso mandó enviar el paquete a la Unidad Técnica de la Guardia Civil para el análisis de los enseres, aunque todavía no existe resultado oficial de esas pruebas.

Amenazas y dolor. Alicia Hornos declaró que siempre que se aproxima la fecha del juicio por el asesinato de su hija es víctima de "ataques".

Aún no hay fecha para el juicio con jurado popular que decidirá sobre la responsabilidad del británico Tony Alexander King en el caso Wanninkhof. Sin embargo, se sabe que éste se celebrará después del caso por la muerte de Sonia Carabantes, aplazado para octubre, ya que King es el acusado de ambas muertes. Así, el juicio por el asesinato de la adolescente podría tener lugar a finales de este año.

Hornos explicó que sintió "impotencia" al recibir el paquete y tuvo la sensación de que "alguien se estaba riendo de mí". "Siguen haciéndome daño después de haber sufrido el dolor más grande que puede conocer una madre: la muerte de su hija. Que me dejen en paz", aseguró la mijeña.

Alicia Hornos también indicó que hace aproximadamente diez días dejaron mensajes escritos amenazadores y con signos nazi en su residencia de Jaén. La madre de Rocío ha recibido siempre cartas intimidatorias al hilo de la celebración de los juicios y en lugares tan dispares como Sevilla, Málaga o Murcia.

En la actualidad, Tony King es el principal acusado de la muerte de Wanninkhof, asesinada en 1999 cuando tenía 19 años. En agosto de 2004 la jueza instructora del caso sobreseyó la causa contra Dolores Vázquez, condenada en un primer juicio celebrado en septiembre de 2001 a 15 años de prisión por este crimen.

Un caso muy complejo que no para de dar sorpresas

El 9 de octubre de 1999 desaparecía en Mijas la joven de 19 años Rocío Wanninkhof. Su cadáver era hallado en Marbella el 2 de noviembre tras una larga búsqueda. Su muerte ha estado rodeada de polémica y sorpresas. La joven apareció lejos de donde murió. El cuerpo fue hallado envuelto en plástico con siete puñaladas, en avanzado estado de descomposición, desnudo de cintura hacia abajo y quemado con ácido para hacerlo irreconocible y borrar pruebas. Junto al cadáver se hallaron, envueltos en una bolsa de plástico, efectos personales de la joven. Desde un principio la investigación se centró en el entorno de la joven y el 7 de septiembre de 2000 fue detenida Dolores Vázquez, amiga de la familia y pareja de la madre de la fallecida, Alicia Hornos.

En un polémico juicio con jurado popular celebrado en 2001 Vázquez es declarada culpable y condenada a 15 años de prisión, pero el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía interviene y en febrero de 2002 ordena repetir el juicio, pues la sentencia no estaba bien fundamentada. El último y más sorprendente giro del caso lo supone la detención del inglés afincado en Málaga, Tony Alexander King, el 18 de septiembre de 2003 en Alhaurín el Grande. Su ADN apareció en dos crímenes, el de Sonia Carabantes y el de Rocío. El 12 de agosto de 2004 Vázquez queda libre de cargos y sospechas por el asesinato de la joven Rocío.