Los cinco testigos que declararon esta tarde, en el juicio contra Tony Alexander King, explicaron en sus comparecencias que la zona donde se había atacado a la joven de Mijas Rocío Wanninkhof "estaba poco iluminada", coincidiendo así con el agravante del fiscal que determinaba que "la vía estaba insuficientemente iluminada, no había construcciones habitadas en las inmediaciones y el tránsito de viandantes era inexistente y el de vehículos muy escaso, por eso King decidió que era el lugar idóneo para satisfacer sus deseos sexuales, haciéndola objeto de tocamientos".

Otros dos testigos, amigos de la víctima, aseguraron ver a Rocío Wanninkhof entre las nueve y las diez de la noche a unos 500 metros del lugar donde posteriormente hallaron los restos de sangre de la joven. Por su parte, explicaron que "esta zona estaba poco habitada porque era un descampado, donde el alumbrado estaba apagado", además aclararon que "dos farolas no funcionaban".

Por otro lado, una de las testigos, en su declaración aseguró ver, en torno a las 21.30 horas, a una mujer de entre 45 y 50 años, que corría en dirección a la parte sur donde desapareció la joven. Además, tras la mujer corría un perro y recordó, al ser preguntada por el fiscal, que vio un coche pequeño y oscuro sobre la una de la madrugada.

El último testigo de la tarde, compañero sentimental de Alicia Hornos Juan Francisco Cerrillo, a las preguntas del Fiscal, aseguró que cuando llegaron al lugar de los hechos "encontramos una zapatilla deportiva, coágulos de sangre pero no me percaté en ese momento de un arrastre de sangre". A esto añadió que lo que sí pudo percibir, una vez delimitada la zona donde se encontraron los enseres por la Guardia Civil "son unas huellas de coche".

El letrado de la defensa, Javier Saavedra, preguntó a Cerrillo cuáles eran las pertenencias que permitieron identificar el cadáver, a lo que respondió que "se entregó a la familia un par de camisetas, un anillo y unas braguitas". El abogado de la acusación, Marcos García Montes, aclaró a los medios que el testigo "ha tenido un lapsus ya que cuando se identificó el cadáver por parte de la hermana de la víctima sólo se entregó las camisetas, una sortija y unos pendientes", aspecto que ratificó la propia hermana a la salida de la Audiencia Provincial de Málaga.

Ya esta mañana declararon cinco testigos, que coincidieron en que Rocío era una joven atlética y en que se hubiera defendido de un ataque si hubiera podido. Así, el que fuera novio de la víctima entendió que Rocío se defendería "con uñas y dientes como cualquier persona".

El joven, que declaró como testigo, dijo que la joven se fue sola de su casa a la feria, a lo que añadió: "Fallo mío el no haberla acompañado" el día de los hechos. Apuntó que no sabe si tenía problemas con alguien cercano a la familia, pero que si era así, no lo trasmitía.

También declaró en la mañana de hoy la madre de éste, última en ver a Rocío, quien reiteró que ésta llevaba una chaqueta con cremallera, mientras que Alicia Hornos lo negó. De hecho, en medio de la sala, esta última se levantó y le mostró a la testigo una rebeca de punto color gris marengo, preguntándole: "Es ésta". Ante la respuesta afirmativa, volvió a interrogarla diciendo: "Entonces, cómo es que está en mi casa".