La reunión que se celebró el pasado viernes entre técnicos del Ministerio de Medio Ambiente y los alcaldes de los principales municipios afectados por el azud del río Grande, en la que se decidió descartar la obra para introducir modificaciones sustanciales que acaben con el rechazo social que ha generado en el Valle del Guadalhorce, no sólo perjudica a esta zona, sino también a Málaga capital, que necesita mejorar su abastecimiento de agua.

El alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, cree que esto se ha producido porque tanto el Gobierno como la Junta de Andalucía han explicado "muy mal" el proyecto y no han sabido convencer a los vecinos y regantes del Guadalhorce de sus beneficios. "Hay que ser honestos. Es un proyecto muy mal explicado por la Junta y el Gobierno, pues la obra preveía desviar el caudal excedente del río Grande, es decir, lo que va al mar. No había perjuicio. Ahora que se suspende sí lo hay, y más para el Guadalhorce que para Málaga", manifestó.

Preguntado por este periódico sobre la necesidad del azud -pequeña presa que desvía el agua sobrante-, De la Torre señaló que es una obra que debería haberse culminado "hace mucho tiempo" porque no representaba mal alguno para el entorno del río ni para la comarca. No obstante, añadió que le parece "bien" que una actuación que ha generado tanto rechazo se reconduzca con variaciones para llevarse a cabo próximamente. El Ministerio de Medio Ambiente se ha comprometido a presentar alternativas en un plazo máximo de tres semanas.

Necesidad. El regidor malagueño considera que sería "una irresponsabilidad" y "algo absurdo" que el proyecto se dilatara en el tiempo o incluso no se hiciera, pues no ve más que ventajas para todos los actores implicados. "La comunidad de regantes podría tener más recursos y el agua que hoy día va al mar se aprovecharía", insistió. De la Torre afirma no entender el motivo de tanto rechazo, aunque no cree que se deba a presiones políticas: "No sé si ha habido intereses políticos; lo que sí sé es que no se ha explicado bien", repitió. El alcalde se mostró "tranquilo" y confiado en que el azud se retome porque "beneficiará a todos".

Por último, De la Torre apeló a la "solidaridad" del Valle del Guadalhorce: "Málaga capital lleva tiempo bebiendo de la desaladora de El Atabal para no gastar de los embalses", dijo. Esto contribuyó a que los agricultores de la zona pudieran hacer el pasado verano el riego de emergencia que salvó sus cosechas. "Esto sería igual. El agua es de todos. Habría que haber hecho un esfuerzo mayor", concluyó.