Se le conoce como `código ictus´ y el hospital malagueño Clínico Virgen de la Victoria dispone de un protocolo de actuación para estos casos desde hace más de un año que, en los últimos tiempos, se ha complementado con la incorporación de tratamientos específicos de choque. Asimismo, esta actuación también se ha coordinado con los equipos de emergencias del 061 en los últimos ocho meses para dar más eficacia a la intervención en los pacientes.

El neurólogo del centro, Manuel Marqués, señala que tratamientos hiperagudos como la fibrinolisis permiten mejorar notablemente el pronóstico de la persona afectada por un accidente cerebrovascular (infarto cerebral), no obstante, éste debe aplicarse antes de transcurridas cuatro horas desde que se produjo el problema porque, de lo contrario, el resultado es contrario al buscado y mortal. Marqués destaca que, en este tipo de patologías, el tiempo corre en contra del paciente y la actuación sanitaria debe ser lo más rauda que permitan las circunstancias.

Dos mil casos. En el Virgen de la Victoria ingresan anualmente unos 400 pacientes aquejados de problemas cerebrovasculares, aunque no todos ingresan por urgencias, ni sufren accidentes de igual entidad, ni son susceptibles del mismo tratamiento. El neurólogo indica que las urgencias del centro activan el código ictus en una o dos ocasiones cada mes.

El ictus es una patología que suele aparece en varones a partir de 50 años. La incidencia de la enfermedad está muy vinculada a los hábitos de vida no saludables y más concretamente al tabaquismo. Esta enfermedad es la segunda causa de fallecimiento en el país. Al año la padecen 130.000 personas, lo que en Málaga supone más de 2.000 casos, y más de la mitad de los afectados o muere o sufre secuelas incapacitantes.