Los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía no están pidiendo la luna. Cuando se quejan de sus sueldos y califican de insuficiente la subida pactada recientemente con el Ministerio de Interior lo hacen conscientes de que sus retribuciones siguen estando muy por debajo del resto de las fuerzas de seguridad: de las autonómicas -que les superan en unos 700 euros mensuales- y, sobre todo, de las de algunas policías locales, que en algunos municipios malagueños llegan a cobrar hasta 1.500 euros más que los nacionales.

Pese a los intentos de reducir esa diferencia e ir equiparando los salarios con el resto de fuerzas, el paso marcado por el Gobierno, -subidas de porcentajes cercanos al 10% anual- parece demasiado lento y los que van por delante no han reducido el suyo durante las negociaciones con sus respectivas administraciones. De hecho, pese a los 375 euros anuales más que cobrarán todos los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía a partir del año que viene (una subida del complemento específico que se aplicará linealmente en los próximos dos años) y del plus de territorialidad en Madrid, Baleares y Canarias, la distancia sigue siendo demasiado amplia entre los cuerpos estatales y el resto.

Autonómicas. En el grupo de las policías autonómicas, son los ertzainas los que por ahora tienen tomada la delantera y ganan hasta un 50% más que los policías nacionales al embolsarse cada mes unos 2.500 euros brutos (sin contar horas extras o servicios especiales) mientras que un policía nacional recién licenciado apenas llega a los 1.700 (exactamente 1.687), igual que un guardia civil. "Pero ellos, por ejemplo, no tienen problemas con la vivienda porque, si quieren, tienen la posibilidad de alojarse en el cuartel", explican los sindicatos.

Le siguen de cerca los mossos catalanes, con una media de 2.200 euros mensuales sin aplicar, como en los casos anteriores, los descuentos por cotizaciones a la seguridad social e impuestos y sin añadir las horas extras, los acompañamientos a juicio de los detenidos y otros servicios especiales que no en todos los casos se pagan igual.

Pero, y ahora viene lo que más les calienta la sangre a algunos agentes estatales, hay municipios donde los policías locales superan los 2.700 euros brutos mensuales nada más salir de la academia.

Es el caso, por ejemplo, de Rincón de la Victoria. En esta localidad (una de las que tienen los mejores convenios salariales), los funcionarios de la Policía Local tienen un sueldo base de 704 euros -igual en todos los municipios-, un complemento de destino de 352 euros, otro específico de 1.534 euros y un complemento adicional de 135 euros, lo que hace un total de 2.725 euros mensuales.

A eso se añadirían trienios, horas extras (a 21, 27 y 29 euros según sean diurnas, nocturnas o festivas), servicios especiales como asistencias a juicios (60 euros) y ayudas sociales.

Entre esos beneficios, cuentan fuentes municipales de la localidad, están las ayudas al estudio de hasta 200 euros, las médicas (que también se extienden al cónyuge y los hijos) de hasta 390 euros y que incluyen gastos en dentistas, universitarias de hasta 200 euros, por matrimonio (120 euros) y por natalidad (90 euros). Además, el Ayuntamiento les paga un seguro de accidente y de vida todos los meses, añaden las mismas fuentes.

También es el caso de Marbella, donde un policía local recibe junto a su sueldo base, de 704 euros, complementos que suman los 1.850 euros y otro adicional de 191 euros, es decir, 2.745 euros brutos cada mes como mínimo.

Pagas extra dobles. Tampoco se quejan en Mijas. Allí, el sueldo de un agente local recién incorporado al cuerpo es de 2.271 euros brutos al mes que se desglosan en 704 de base, 398,21 como complemento de destino y 1.168 de complemento específico.

Aunque eso no es todo. A final de año hay que sumarle dos pagas extras dobles que reciben en julio y diciembre y que ascienden a 3.400 euros cada una y dos pagas de 1.310 euros por productividad en marzo y septiembre, informan fuentes municipales. Si se prorratearan supondrían un extra de 785 euros al mes que elevarían el total a 3.056 euros mensuales. También ellos pueden solicitar ayudas para gafas (de hasta 120 euros), para ortodoncias o arreglos dentales (de hasta 400 e), entre otros beneficios.

Reconocimiento. "No queremos que se nos malinterprete. Nos parece bien que ellos cobren esas cantidades y tengan ayudas, se las han ganado con las negociaciones de los convenios con sus ayuntamientos. Lo que nosotros pretendemos es que se reconozca el trabajo de un policía nacional, que el salario sea proporcional a las funciones que realiza, tanto en materia de seguridad ciudadana como en los casos de extremo peligro, como puede ser la desactivación de explosivos, operaciones antiterroristas o la desarticulación de mafias violentas", aclaran representantes provinciales del sindicato UFP.

Entre sus críticas están las relacionadas con las horas extras, que se compensan con días libres en vez de económicamente, independientemente de que se realicen en horario nocturno; o las asistencias a juicio, que también se compensan con tiempo en el caso de los estatales.

En la capital malagueña, los policías locales también son retribuidos con horas extras cuando tienen que acudir a un juicio en horario fuera de servicio y, si son fuera de la capital, se les abona el transporte a 9 euros el kilómetro, mientras que en Rincón de la Victoria, por ejemplo, son recompensados con sesenta euros en esa misma situación. En Mijas tienen la posibilidad de elegir: sesenta euros o un día libre.

Los festivos trabajados son remunerados en casi todos los casos aunque quizás las pagas más llamativas sean las que reciben los agentes locales de los municipios del interior de la provincia.

En Colmenar y en Riogordo, por ejemplo, cada festivo trabajado supone 150 euros que se añade a la nómina. Sin embargo, aun así, sus salarios se quedan bastante lejos de los anteriores ya que el mínimo suele rondar, en ambos municipios, los 1.400 euros.

La diferencia es, como se puede comprobar, notable. Si además se compara el coste de la vida en cada municipio, se analiza el precio del metro cuadrado de la vivienda o el de los alquileres y el de la cesta de la compra, el asombro resulta mucho más comprensible, aunque, eso sí, no es exclusivo.