Hace unos meses, un temblor de tierra dejó al descubierto la tumba de William Mark, el cónsul británico que hizo posible el cementerio inglés. Sus restos, y los de su familia, pueden visitarse en esta tierra romántica e inglesa en el corazón de Málaga.

Desde que comenzó su andadura en 1830, el cementerio inglés ha acogido a personalidades de todos los campos. Aquí descansa Robert Boyd, compañero fusilado del general Torrijos y un cónsul estadounidense en Shangai, John Goodnow, que por sus datos (nació en 1858 y murió en Málaga en 1907), muy bien pudo ser el testigo de la rebelión de los boxers (1900), y por tanto, el personaje cinematográfico de `55 días en Pekin´.

Otro personaje digno del cine de aventuras fue Priscilla Livingstone Studd. Aunque no fue pariente del explorador, dedicó gran parte de su vida a formar una red mundial misionera en la India y en China, mientras su marido, Charles Studd, el jugador de cricket más famoso de su tiempo, se convertía en misionero en África. Priscilla Studd falleció en Málaga en 1929 durante una visita.

También descansa en el cementerio inglés el cónsul de Estados Unidos en Málaga y presidente de la casa Bevan, Edward Norton. En 1999 su sobrino rescató los diarios de Norton durante los seis meses de Guerra Civil en Málaga, que fueron publicados en español en 2004. También contó la contienda en Málaga Gamel Woosley, esposa del hispanista Gerald Brenan, en su obra `El otro reino de la muerte´. La pareja descansa en el cementerio muy cerca del poeta Jorge Guillén y algo alejada del capitán Krestchmann, que llevó a la fragata prusiana `Gneisenau´ a la perdición.