Luis XIV se quedó de una pieza, en 1660, cuando contempló a unos oficiales croatas luciendo en el cuello unos pañuelos de colores ´de quitar el sentío´. El Rey Sol casi tuvo un eclipse por la emoción y decidió diseñar un pañuelo parecido para su regimiento real, al que llamó ´cravette´ (de ´crabete´, croata).

Desde 1660 hasta nuestros días, la corbata para los hombres ha tenido tanto éxito como el bolso para las mujeres. Sin embargo, el complemento masculino por excelencia bien puede tomarse un respiro este verano en Málaga, gracias a la sensatez del área de Protocolo del Ayuntamiento, que con Rafael Illa a la cabeza ha llegado a un acuerdo con otras administraciones para desterrar la corbata en verano, si las circunstancias lo permiten.

El documento, repartido a nuestros representantes políticos, es una pequeña joya de la diplomacia local y recuerda que en Málaga se alcanzan en julio y agosto 38 grados durante el día y 28 durante la noche.

Con este ´festín del termómetro´, ¿en qué cabeza (o cuello) cabe que nuestros políticos usen corbata? Por ello, la nota aconseja una etiqueta "cardiacamente coherente con la estación estival" y desaconseja el uso de la corbata, como complemento de la etiqueta, cuando sea posible, "sin pretender causar agravio alguno con el resto de los asistentes". El documento pone como ejemplo los eventos al aire libre y deportivos, la Feria y los toros.

Por otro lado, la nota dispone que en las visitas de cortesía a los edificios oficiales de las administraciones públicas, entidades públicas o privadas, la ausencia de corbata será acordada antes de la visita.

Para no herir sensibilidades, la nota subraya que se trata de una sugerencia y no de una norma y que por tanto no atenta "contra el buen gusto, ni contra la libertad y la opción personal".

Si la nota atenta contra algo, es contra el despilfarro energético porque como recuerda, muchas instituciones y empresas han adoptado esta medida que les reporta dos ventajas: en primer lugar, más ahorro energético, porque al desaparecer la corbata, baja el consumo de aire acondicionado; en segundo lugar, mejores expectativas de salud, al rebajar con este gesto ´liberador del cuello´, el exceso de transpiración y otras alteraciones orgánicas.

Ya sólo queda ver si los políticos malagueños hacen caso a estas saludables recomendaciones de etiqueta veraniega o continúan hechizados por la ´malsana´ corbata, como en su día lo estuvo el Rey Sol.