El profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Málaga, Fernando Arcas, inauguró el curso ´Intelectuales y Política en la Historia Contemporánea´ en la séptima edición de los Cursos de Verano de la UMA que se celebran en Ronda. Para Fernando Arcas "los intelectuales siguen siendo muy influyentes, como lo fueron en toda la historia", aunque "parece que hoy en día la figura del intelectual está más desdibujada".

Tras la presentación del curso de Fernando Arcas, tomó la palabra el catedrático de Literatura y Civilización Española Contemporánea de la Universidad de Provenza, Paul Aubert, que se centró en el papel de los intelectuales de España desde 1898 hasta la llegada de la Segunda República, en la ponencia titulada ´Ser intelectual en España (1898-1936)´.

Aubert defendió la idea de que los intelectuales son "un colectivo" y "que influyen en la política española participando directamente en ella o no". También analizó la actitud del intelectual desde la perspectiva de la Generación del 98, del 14 y de la República, destacando las figuras de Miguel de Unamuno, Ortega y Gasset y Manuel Azaña. Según Paul Aubert, "los intelectuales siempre están a medio camino entre la política y la reflexión".

La otra ponente que participó en este curso, la catedrática de Historia Contemporánea de la UMA, María Dolores Ramos, con su seminario ´Quién teme a Victoria Kent´ hizo un análisis muy profundo acerca de esta mujer. Kent, reconocida abogada y política nacida en Málaga, tuvo una participación muy importante en la vida cultural, intelectual y política de los años 20 y de la Segunda República, exiliándose después a Estados Unidos.

Según el director de este curso, Fernando Arcas, "el papel de los intelectuales ha sido decisivo en la historia española", sobre todo en la Segunda República y en la lucha antifranquista de los años 60. Para el profesor de la UMA "aparece más nítido el compromiso de los intelectuales con la política, ya sea militando en partidos de izquierda, como el Partido Comunista o Socialista, o bien desde fuera", afirmó.

"Siempre hay intelectuales en la vida política. En los años 20 y 30 eran una élite muy reducida que sonaba mucho pero que penetraba poco en la sociedad. Hoy se encuentran en la sombra y sus nombres no son tan conocidos", argumentó Fernando Arcas, quien piensa que siguen estando presentes en las fundaciones dedicadas a elaborar ideas para los partidos políticos y en los tanques de pensamiento de la política de EEUU.