La temporada alta de turismo en la Costa del Sol, uno de los destinos vacacionales más importantes de Europa y conocido en todo el mundo, acaba de empezar con la crisis internacional en forma de amenaza seria para el negocio. No es sólo el precio del petróleo, sino también la constante subida de los tipos de interés y el consiguiente encarecimiento de las hipotecas. Ante la posibilidad de que el mercado extranjero -británico y alemán- no se comporte igual de bien que otros años, tanto el Patronato de Turismo de la Costa del Sol como la Consejería de Turismo de la Junta confían en que los viajeros españoles compensen cualquier pérdida. Y aquí el AVE juega un papel clave.

La consabida frase de ´Málaga es la playa de Madrid´, lejos de sonar como un cliché manido, adquiere una relevancia tal que ya se empieza a usar en las agencias de viajes como reclamo. Y es cierto: la costa malagueña es la más cercana a Madrid gracias al AVE, puesto que ha desbancado a Valencia como destino preferido por los madrileños. Los viajeros españoles van a ser los grandes protagonistas este verano por la cercanía de los destinos y la comodidad del viaje. La operadora ferroviaria Renfe también ha entrado de lleno en la vertiente turística y ha llegado a acuerdos con hasta cinco touroperadores diferentes para que se ofrezcan paquetes de viajes en tren a la Costa del Sol junto con noches de hotel. Y hay negociaciones en marcha para diseñar ofertas turísticas temáticas, es decir, tren más golf o tren más salud y belleza, segmentos en los que Málaga es una industria líder.

De hecho, el protagonismo que va a tener el AVE en la temporada alta de turismo es tal que el incremento de plazas que va a ofertar Renfe para viajar entre Madrid y Málaga, que puede llegar a más de un millón hasta mediados de septiembre, se ha bautizado con el nombre de ´AVE del Sol´, y es la apuesta "más arriesgada que realiza Renfe sobre un destino en concreto", según manifestó recientemente la directora de Alta Velocidad de la zona sur, Magdalena Bodelón.