En el tablón de anuncios de la Fiscalía Provincial de Málaga se colgó hace pocos días un papel que, amenazante, advertía a quienes fumaran en la Ciudad de la Justicia sobre la posibilidad de una denuncia ante la Subdelegación del Gobierno, dado que estas conductas llevan aparejadas una sanción administrativa. ¿Y quién daría parte? El nuevo coordinador del edificio, un funcionario de carrera de la Junta que quiere que la Ley Antitabaco se cumpla a rajatabla en la Audiencia Provincial.

Este asunto ya ha hecho enfadar a varios magistrados a los que les retiraron los ceniceros de sus despachos. El motivo era, según fuentes consultadas, las manchas de tabaco que tenían. Tras mucho insistir, lograron hacerse con ellos, pero el cargo autonómico les envió un oficio advirtiendo de que la próxima vez que fueran cazados en un renuncio de nicotina se las verían con la Subdelegación del Gobierno.

Esto no ha sentado bien a la judicatura, porque según fuentes, todo se hizo sin el consentimiento de los afectados, usando llaves que no eran las de los jueces o magistrados requeridos. En el despacho de un miembro de la judicatura, dicen, se guardan papeles de mucha enjundia.

Otros se lo toman más a broma: "No se les ha retirado el cenicero por fumar, puesto que no hay prueba de que lo hayan hecho en sus despachos, sino que se han tenido en cuenta las manchas de ceniza que había en los mismos, luego no hay prueba de cargo".

Sin embargo, algunos amenazan con no reaccionar con simples enfados si entran en sus despachos sin autorización. Se alude a "que los jueces y magistrados están únicamente sujetos al imperio de la Ley, según el artículo 117 de la Constitución y ésta es la sede de los tribunales de Málaga. Nadie nos puede dar instrucciones".

De momento, el papel luce en el edificio. En el documento, el coordinador de la Ciudad de la Justicia afirma que "se han producido un gran número de saltos de alarma provocados por el consumo de tabaco dentro de las instalaciones". "La evacuación total se está evitando al constatar que se ha fumado y no hay riesgo de incendio", aclara.

Denuncia. Después la misiva se endurece. "Se mantendrá un seguimiento especial con objeto de localizar los espacios e identificar a las personas que consumen tabaco dentro de la Ciudad de la Justicia y se procederá a denunciar los hechos a la Subdelegación del Gobierno", apunta, y recuerda que el 12 de junio, en un juzgado de lo Social, "se produjo un incendio tras haber volcado un cenicero con colillas en la papelera".

De los fiscales nadie se ha quejado por ahora, pero a los funcionarios sí se les nota el fastidio.

En cualquier caso, se trata de otro roce entre jueces y Junta. Las aguas bajan llenas de malos humos y de guasa. Que también la hay entre la judicatura .