Un barrio "maldito". Empezó con mal pie y continúa su ´negro´ destino. Ésta es la opinión de algunos de los residentes del núcleo chabolista de Los Asperones que muestran su más enérgica protesta ante las obras del plan de choque de la barriada ejecutadas por la Junta de Andalucía. Se trata de un paso previo dentro del proyecto de desmantelamiento de este núcleo marginal, pero los resultados no han sido precisamente satisfactorios, según aseguran.

Las grietas de los muros recién levantados adornan ahora los patios del barrio. Este plan de emergencia finaliza el viernes y las reivindicaciones de los residentes "no han sido escuchadas". "Las canalizaciones de pluviales están igual", reseña Juan Moreno, uno de los vecinos, y hay calles sin asfaltar y vías sin acerado.

La zona ofrece escenas que no pasan inadvertidas para cualquier ciudadano que viva en una barriada normalizada, como "aguas residuales" que desembocan a pocos metros de un patio en el que alegremente juegan varios niños. El olor es insoportable.

Juan Moreno, Juan Manuel Heredia y José Manuel Santiago coinciden no obstante en admitir que el barrio está "mejor". "El alumbrado sí ha sido positivo. Ahora todas las calles tienen luz. Las farolas han cambiado el barrio", destacan los vecinos.

Hormigón y asfaltado. También se ha logrado que el barro desaparezca de las calles de la barriada gracias al hormigón que ahora las cubre. Sin embargo, critican que tan sólo se haya asfaltado la vía principal y que las casas exteriores no hayan contado siquiera con el hormigón del resto de las vías, lo que se traduce en que éstos residentes han se soportar todavía el barro y las ratas e insectos que abandonan la parte central para instalarse y acampar a sus anchas en la exterior.

"El asfaltado de la calle principal, la única que han asfaltado, y que desemboca al colegio María de la O, tenía unos boquetes grandísimos al poco tiempo de finalizar la actuación, por lo que tuvieron que volver a asfaltarla", explica una empleada de la cocina del colegio. "Yo no veo normal que en la puerta de una cocina de un colegio haya un monte con escombros", critica.

"El arreglo de las aceras ha consistido en cubrirlas con una especie de pasta verde, en los pluviales no han hecho nada, la parte externa de la barriada está sin hormigón y los muros de división que han levantado entre las casas están rajados enteros", resume Moreno. Los vecinos anuncian que solicitarán una reunión con el coordinador del plan, Juan Alcaraz, para abordar estas cuestiones y trasladarle estas reivindicaciones y quejas.

Elaboración del censo. La Junta de Andalucía ya está procediendo a la elaboración del censo de vecinos para contar con todos los datos necesarios para proceder al desmantelamiento del núcleo chabolista. Sueldo, número de miembros así como preferencias. "Nos han dicho que esperan que el año que viene comiencen los traslados. La mayoría se quiere ir del barrio. La gente está dispuesta a salir pero con una cuota baja. Hay que tener en cuenta que algunos nunca han pagado luz, ni agua y que los hay que no tienen trabajo o que son chatarreros", comenta José Manuel Santiago.

Los residentes son conscientes de que el traslado no es tarea fácil. "A ver que dice la gente de cualquier barriada cuando le digan que vienen cinco familias gitanas a vivir a su barrio", declara. Para los vecinos el "mayor error" de la Junta es que no se esté teniendo en cuenta la opinión de los residentes.

"Hay que ser honestos y decir que la oficina que han instalado aquí está para plantear cualquier reclamación que tengamos. Ahora también nos están preguntando qué necesitan nuestras casas en su interior", reseña otro residente.

Admiten que se trata de un barrio "complicado", donde "más de la mitad han sido toxicómanos". "Hay compañeros nuestros de clase que han muerto por la droga y otros que están en la cárcel. Lo que nos duelen son nuestros hijos. Nosotros ya hemos perdido nuestra juventud aquí. Hemos crecido aquí y lo hemos pasado muy mal", dice Moreno.

Las actuaciones de choque comenzaron el pasado 20 de diciembre y tenían un plazo estimado de unos seis meses. El plan consistía sobre el papel en la mejora de la zona con equipamientos básicos como alumbrado, asfaltado de calles, saneamiento, el entubado de los residuos de la protectora de animales que atraviesan la barriada, labores de limpieza e higiene en general, reordenación, arreglo del mobiliario urbano, aumento de la seguridad ciudadana y embovedado de arroyos.

La Junta y el Ayuntamiento de Málaga cerraron un acuerdo en el pasado mes de noviembre por el que ambas administraciones se comprometían, tras 20 años de espera, a actuar y dar una solución definitiva a esta barriada de transición creada para dar respuesta a necesidades de alojamiento de distintos núcleos chabolistas. Data de 1987. Así, la Junta se hizo cargo de la financiación y ejecución de este plan y el Ayuntamiento del mantenimiento de la barriada mientras se desarrolla la segunda fase -de inserción social de estas familias-.