Llega el verano y con él la pérdida de maletas en los aeropuertos, el conocido ´overbooking´ y, sobre todo, las clonaciones y robos de tarjetas de crédito. La Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios, Ausbanc, recibe al año casi un millar de denuncias de este tipo. La mayor parte de las reclamaciones, un setenta por ciento, las efectúan los consumidores entre septiembre y octubre, después del periodo vacacional, y están relacionadas con el fraude de tarjetas de crédito.

El delegado de Ausbanc en Málaga, Alfredo Martínez, explicó ayer en rueda de prensa que lamentablemente las vacaciones estivales llevan aparejado el aumento de los índices de clonación y robo de tarjetas bancarias, por lo que hay que ser cautos a la hora de salir de viaje, aunque sin llegar a la ´psicosis´. Desde este organismo recomiendan comprobar asiduamente los extractos bancarios y conservarlos para poder efectuar posteriormente la reclamación ante la entidad correspondiente y, además, presentar una denuncia ante la Policía.

Para evitar el fraude, aconsejan también a los usuarios cerciorarse de que el proveedor del viaje utiliza un sistema de pago seguro, y en el caso de que la reserva se efectúe a través de Internet, comprobar que la página web sea segura (https://). Otra de las sugerencias que hacen desde Ausbanc es no acumular demasiadas tarjetas en el monedero o utilizar sólo aquellas que en el momento de realizar algún pago envían un mensaje al móvil.

Si este verano le clonan la tarjeta puede estar tranquilo porque el máximo responsable es su banco. Eso es lo que aseguró Martínez, quien recalcó que es la propia entidad la que tiene que responder al no invertir lo suficiente en seguridad. "Lo que te dicen las entidades es que el sistema es infalible. Pero hemos demostrado en los distintos procesos judiciales que no lo es y que hay muchas maneras de sacar dinero sin el código pin", aclaró.

Desde Ausbanc no entienden por qué los bancos no han adoptado aún las tarjetas con ´chips´ que reducirían hasta un setenta por ciento las duplicidades. "Si la tarjeta reporta unos beneficios multimillonarios a las entidades financieras qué menos que éstas hagan una inversión que minimice los riesgos", señaló el letrado de Ausbanc.

Pero a veces los problemas llegan cuando los usuarios están ya en su destino vacacional. Un caso habitual es viajar a alguna zona del Golfo de México en plena temporada de tormentas tropicales y huracanes. En este caso, y siempre y cuando las agencias de viajes no hayan alertado a sus clientes de los riegos, deberán contemplar una indemnización por los daños y los perjuicios sufridos si el viaje se ve entorpecido por un desastre natural.

El caos reina también en los aeropuertos. Si un usuario se ve afectado por el ´overbooking´ y la compañía le deniega el embarque, tendrá que indemnizarle, ofrecerle el reembolso o un transporte alternativo. En cuanto a los retrasos, los viajeros tienen derecho a recibir asistencia, consistente en bebidas y alimentos, efectuar dos llamadas telefónicas, así como a solicitar el importe íntegro del billete si la demora supera las cinco horas.

Ante situaciones como ésta, Ausbanc advierte de que nunca hay que abandonar el aeropuerto sin interponer antes una reclamación, que puede ampliarse en días los posteriores.