El Ayuntamiento de Málaga, a través del área de Tráfico, ya ha empezado a colocar los primeros radares que controlarán la velocidad de los vehículos en ciudad con el objetivo de disuadir a los conductores de superar los 50 kilómetros por hora establecidos para el casco urbano. No obstante, éstos no comenzarán a funcionar hasta bien entrado el verano cuando la empresa encargada homologue la instalación y el Consistorio anuncie previamente su puesta en marcha.

Este proyecto contempla la colocación de un total de quince radares que se distribuirán por las principales vías de la ciudad y las que soportan más tráfico. Es el caso de la avenida de Andalucía, donde se ubicarán cuatro medidores. Otro de los lugares elegidos para poner otros cinco son las carreteras de entrada a Málaga desde las rondas y en dirección al centro de la ciudad -Ciudad Jardín, la carretera de Almería, Valle Inclán y avenida Velazquez-. Desde el Ayuntamiento esperan reducir la velocidad de muchos coches que se incorporan al carril de entrada a una velocidad mayor de la permitida.

A éstos hay que sumar los diez medidores restantes que se pondrán en la Calle Pacífico, entre Moliere y la avenida Los Guindos, en dirección al casco antiguo de Málaga, y entre La Chupa y Tabacalera en sentido Torremolinos; en el paseo del Parque, en el Puente de las Américas en ambos sentidos; en Valle Inclán, entre Camino Suárez y Simón Bolívar; en Lope de Vega hacia el Centro y en el paseo marítimo Picasso, a la altura de los Baños del Carmen, en ambos sentidos.

Los radares cuentan con un cierto margen por encima de los 50 kilómetros por hora, lo que no impedirá que se tramiten de forma automática las multas de tráfico a los conductores que no hayan respetado el nivel máximo, según explicaron desde el Ayuntamiento.