Han transcurrido ya 22 años desde que Cruz Roja de Málaga puso en marcha la operación Paso del Estrecho de Málaga, una labor que, según cuenta la responsable del departamento de comunicación de la organización, Claudia Hernández, continúa desarrollándose "de forma enérgica y solidaria".

La operación, que se mantiene activa entre el 15 de junio y el 15 de agosto, es fruto de un convenio entre la dirección general de Protección Civil y Cruz Roja Española, donde también colaboran el Servicio Andaluz de Salud, la Guardia Civil y las Autoridades Portuarias de Málaga, además de un grupo de voluntarios compuesto por 46 personas. Ellos, dice Hernández, son "los grandes protagonistas porque sin su esfuerzo no podría llevarse a cabo este trabajo" . Los activistas de Cruz Roja de Málaga, tienen edades comprendidas entre los 18 y 25 años y pertenecen a un amplio abanico de profesiones. "Aquí trabajan enfermeros, psicólogos, relaciones laborales..." afirma Inés Lozano, estudiante de enfermería y voluntaria de la organización desde hace más seis meses.

En el Puerto los viajeros disfrutan de una tregua en su largo periplo. Mientras esperan la llegada del melillero, descansan a la sombra y se protegen del calor en las carpas instaladas en el recinto. Sus hijos se divierten, la mayoría en una guardería dirigida por voluntarios, donde, relata Lozano, pueden realizar actividades socioeducativas orientadas al intercambio cultural.

Los voluntarios trabajan por turnos en equipos de tres personas. El horario es de mañana, tarde y noche y la asistencia se brinda veinticuatro horas. "Es el mejor trabajo porque que me siento útil, porque ayuda, y a la vez aprendo de los demás" comenta Inés Lozano, que quiere que los jóvenes malagueños también se impliquen "en temas humanos, y que colaboren en proyectos solidarios" como los que está llevando a cabo la Cruz Roja en el Puerto de Málaga, "aunque se pueden inscribirse en otros como la de ayudar a personas mayores o discapacitados" afirma la responsable de Comunicación, Claudia Hernández.

Los viajeros que llegan al Puerto de Málaga suelen presentar las molestias habituales de un trayecto tan largo, que se manifiestan en afecciones como agotamiento, diarrea, pies hinchados o cuadros de deshidratación y dolores de cabeza. Los voluntarios les prestan auxilio y hacen balance.Desde que comenzó la operación, hace ya un mes, se han atendido a 26 personas, y se han efectuado dos traslados al hospital, y uno de ellos de una mujer embarazada.

Los países desde los que suelen emprender el viaje son Francia, Bélgica, Alemania y Holanda. Su estancia en África suele prolongarse alrededor de un treinta días. Según datos proporcionados por la Subdelegación del Gobierno de Málaga, para el primer mes de la Operación, un total de 22.864 viajeros, y 3.372 vehículos han utilizado el Puerto de Málaga para embarcar con destino a Melilla, lo que supone un aumento del 13,7 por ciento en número de pasajeros y del 14,9 en el número de vehículo, en comparación con el año pasado.

La operación, que consta de dos de dos fases: la salida, que finalizará el próximo 15 de agosto, y el retorno, que comienza en esa fecha y concluye a mediados de septiembre. A pesar de las incidencias ordinarias, por el momento, se desarrollan con "normalidad".