A lo largo de la historia los jefes siempre han sido la cabeza de turco de sus empleados. Son los responsables del destino de la empresa y de sus trabajadores. Por lo que, si algo va mal, es porque no han estado a la altura de las circunstancias. Eso podrían comentar los subordinados. Pero esta afirmación será a la inversa para los superiores. Si las cosas no han ido según lo esperado es porque los trabajadores no han asumido su responsabilidad. Y así podemos estar todo el tiempo enumerando los diferentes y constantes rifirrafes entre jefe y empleado.

Para ello, un informe realizado por EOI Andalucía muestra las quince actitudes de los empleados que más irritan a sus jefes. Las más destacadas son el hecho de que no asuman sus responsabilidades y tomar decisiones con un 84,2%, seguida por el no resolver problemas, con un 76,3% de los encuestados.

Sin embargo los factores menos valorados por los encuestados acerca de sus mandos son, por ejemplo, que el jefe se quite de en medio por vacaciones cuando más lo necesite la empresa (7,9%), o el hecho de que sus desayunos se sabe cuándo empiezan pero no cuándo acaban (10,5%).

Las conclusiones. Los directivos buscan, según el informe, principalmente en sus colaboradores que sean responsables y proactivos, resuelvan problemas y actúen con una cierta autonomía. De ello, el estudio extrae cinco grandes conclusiones. La primera es que las actitudes de los empleados más exasperantes para sus superiores son las que tienen que ver con la falta de asunción de responsabilidad y el desentendimiento en la toma de decisiones. Igualmente, la falta de creatividad es otro de los considerados ´casus belli´ entre empleados y directivos.

El segundo punto es el que más se escucha habitualmente en los pasillos de una oficina: El incumplimiento de los compromisos y de los tiempos y la indiferencia hacia los objetivos. Siete de cada diez directivos encuestado consideran muy grave que sus colaboradores no desarrollen funciones y tareas que se les encomiendan y en el tiempo establecido.

En tercer lugar, según el informe realizado por EOI, está la "mala gestión del tiempo y la desorganización" de sus empleados. "Los problemas de actitud" también figuran entre las que más reciben más votos por parte de los encuestados, posicionándose en cuarto puesto.

El quinto problema del que se quejan los directivos es la pérdida de tiempo. Aunque se pudiera pensar lo contrario, ésta sólo es la queja fundamental en una décima parte de los casos.