"En España estamos en una situación de descontrol en la detección de la tuberculosis pulmonar". Así lo afirmó ayer el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Málaga, Joaquín Fernández, en su ponencia ´Tuberculosis: Una enfermedad emergente´, en el marco del curso ´Turismo, Salud y Enfermedad´ que culminó ayer dentro de los cursos de verano de la Universidad de Málaga en Vélez.

Fernández fundamentó la situación de descontrol que se vive en España en los datos de 2007 de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Tiene una alta morbilidad, ya que aparecieron 10.000 casos nuevos", concretó. España está por debajo de la media europea. Mientras en Europa se detectan 10 casos por cada 100.000 habitantes, "en nuestro país alcanzamos los 20 casos por 100.000 habitantes", señaló.

Este catedrático achacó el crecimiento del índice de tuberculosis en España a dos causas fundamentales: los afectados de sida y la inmigración. Ambos fenómenos originaron que la enfermedad emergiera a partir de los años 90, después de que se apreciara un considerable descenso entre 1953 y 1985, tras superar las malas condiciones de vida que existieron durante la Guerra Civil.

La OMS persigue paliar el contagio de la enfermedad con políticas sanitarias que permitan que no queden casos sin diagnosticar y tratar que ningún familiar de los afectados quede sin proteger. Por ello, según pone de manifiesto Fernández, se produjo la universalización de los centros de salud y su atención a este tipo de mal que reapareció con fuerza a mediados de la pasada década.

Los médicos tildan de "paradoja" el incremento de la enfermedad. "Se conoce la microbiología, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención", apostilla Fernández.