José A. lleva toda la vida trabajando como barrendero en Limasa y nunca se había encontrado con nada parecido. El médico le ha reconocido que es un milagro que haya sobrevivido, que "ha debido ver a la Virgen" porque la brutal agresión que sufrió el pasado sábado puso en serio peligro su vida.

El hombre estaba limpiando las calles en el distrito Puerto de la Torre -donde lleva destinado diez años- el sábado, a las 7.30 horas de la mañana, cuando un joven de unos veinte años se le acercó y le pidió "de malas maneras" que lo ayudara a arrancar el coche. José le dijo que no, que no podía porque estaba trabajando y no podía entretenerse. Fue la sentencia, casi de muerte, de este trabajador de 56 años.

Después de pasar tres días ingresado en la UCI, José recuperó la conciencia y la memoria y lo único que repite es "¿por qué me han hecho esto?". "Lo que más me impresiona es que ese niño podría ser mi hijo y venía a matarme", contó ayer a La Opinión de Málaga.

Porque, aunque el chaval comenzó a "insultarle, a gritarle y a llamarle de todo", explica el hijo de José, este trabajador siguió con su tarea. Tras conseguir que el vehículo arrancara, el agresor, que ha sido identificado como David R. C., se fue a buscar al operario y, en la calle Leonora, lo atropelló".

"Iba a matarme". "Me empotró contra la pared y con una barra de hierro comenzó a darme golpes en la cabeza. Iba a matarme, a matarme", insistió José. Los golpes le han provocado una fractura craneoencefálica, rotura de varias costillas, perforación de un pulmón y lesiones graves en un brazo, entre otras heridas, indica el hijo de José.

Descargada su rabia, abandonó el lugar dejando el cuerpo malherido del barrendero sobre la calzada. Varios testigos pudieron anotar la matrícula de su vehículo y denunciaron los hechos a la Policía Local, que envió a una patrulla al lugar de los hechos.

Uno de los agentes consiguió ver al joven agresor, pero esperó a que aparcara el coche y a que llegaran sus compañeros. El chico se refugió en casa de su madre, también en Puerto de la Torre, y allí lo detuvieron el mismo día de los hechos.

Una ambulancia del 061 trasladó a la víctima al Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria, donde ha permanecido tres días ingresado en la UCI en estado muy grave.

"Ha sido horrible, cuando entró parecía que estaba medio muerto, con los ojos dilatados, y hasta el lunes no recuperó la memoria. Ahora no puede creérselo. No deja de preguntarse por qué le han hecho eso", lamenta el hijo.

Limasa. Por su parte, la dirección de Limasa ha expresado su repulsa a este tipo de actos, "una salvajada contra cualquier persona y en concreto contra un empleado que realiza un servicio público". La empresa le ha ofrecido asesoramiento y asistencia jurídica a José, que ahora se recupera de las graves lesiones en el Hospital Carlos Haya. Su agresor, al parecer, está en libertad.