Por primera vez en España, un equipo de cirujanos de los hospitales Carlos Haya y Clínico ha comenzado a operar de corazón con un robot quirúrgico, importado de EEUU, que permite intervenir con varias incisiones de pocos centímetros. Se trata de una tecnología puntera en el mundo, que va por delante de la técnica laparoscópica, y que supone toda una revolución en el campo quirúrgico porque puede operar sin necesidad de abrir al paciente, a través de movimientos muy precisos y con un instrumental milimétrico.

La sanidad pública malagueña incorporó este novedoso sistema, llamado ´Da Vinci´, en julio de 2007 y desde hace un año se ha aplicado en cirugía general, ginecología y, sobre todo, en urología para operar a pacientes con cáncer de próstata.

En el campo cardiovascular aún no se había desarrollado hasta el pasado julio, cuando se practicó la primera operación con éxito. En el país todavía no se ha empleado esta tecnología en este ámbito, salvo en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde también se han realizado intervenciones en fechas recientes. "Con esta tecnología se están rompiendo barreras en la cirugía cardiovascular. En Andalucía estamos aplicando el sistema en primicia, pues en el mundo se ha hecho aún poco", explica Victor Baena, coordinador del proyecto ´Da Vinci´ en Málaga.

Entre las potencialidades que presenta el robot, destaca la amplitud de movimientos de los cuatros brazos quirúrgicos, que se activan mediante un pedal, y la imagen tridimensional de alta definición que ofrece la minicámara que visualiza la zona sobre la que se está interviniendo. Este sistema está instalado en el Hospital Civil. En las operaciones lo maneja un cirujano mediante una consola y un visor que le devuelve la imagen tridimensional del órgano. "Es como si el cirujano tuviera la cabeza dentro del paciente. Y se consigue con una incisión milimétrica", comenta Baena.

La Consejería de Salud invirtió 1,8 millones de euros para costear este aparato. En España existen modelos en Madrid, Barcelona y Bilbao, pero en ninguno de los casos se aplica para operar a enfermos cardíacos. La razón es la complejidad de desarrollar la técnica en enfermos que presentan patologías graves, como la obstrucción arterial, o para tratar válvulas enfermas. No en vano, en Málaga los cirujanos esperan intervenir con este robot a una media de 40 pacientes al año.

Rápida recuperación. La cirugía robótica aporta grandes ventajas frente a la tradicional, no sólo por su precisión en las intervenciones, sino porque acelera la recuperación del paciente. La técnica es mínimamente invasiva, se realizan menos cortes y las cicatrices son más pequeñas. De esta forma, se ocasiona menos dolor al enfermo. Además, implica un menor uso de anestesia, las pérdidas de sangre son menores y disminuye un 80 por ciento el riesgo de sufrir una infección posoperatorio.

Cada semana se practican varias operaciones con el robot ´Da Vinci´ en el Hospital Civil. Desde julio de 2007 se han realizado más de medio centenar, la mayoría para el tratamiento del cáncer de próstata. El objetivo, según explica Baena, es reservar dos semanas del mes para las intervenciones de urología, otra para tratar a pacientes con tumor renal o en el útero, y por último una dedicada a los procesos cardiovasculares.

En el primer año de experiencia de esta tecnología, los urólogos han constatado en los pacientes unos resultados clínicos superiores a los de la cirugía laparoscópica, que limita los movimientos y ofrece una visión bidimensional de la zona enferma. "Toda la laparoscopia compleja la resuelve mejor este robot", asegura el especialista. En las intervenciones de próstata se elimina el problema de la incontinencia urinaria y disminuye en gran medida la probabilidad de disfunción sexual.

El equipo de profesionales que opera con el robot ha aprendido a manejar esta tecnología en Estrasburgo (Francia). La Junta confía en realizar al año unas 300 intervenciones con esta tecnología en las distintas especialidades. ´Da Vinci´, el peor enemigo de las arterias obstruidas El robot quirúrgico ´Da Vinci´ está indicado para tratar a los pacientes que presentan una obstrucción arterial y precisan de un ´bypass´ coronario. También permite la reparación de la válvula mitral y el tratamiento de vasos sanguíneos enfermos. Miguel Such, cirujano del Hospital Clínico, asegura que esta técnica ofrece unas posibilidades de futuro enormes. "Nadie esta haciendo esto en España. Aquí estamos empezando con reparaciones de válvulas y vasos", expone. Los pacientes que se operan tienen entre 50 y 80 años y pueden presentar otras patologías. "Estamos incorporando la tecnología poco a poco. Ahora nos encontramos en una fase de entrenamiento". Así, en las intervenciones realizadas hasta la fecha en Málaga se han intercambiado los procedimientos de la cirugía clásica con los que ofrece el robot. En las operaciones en las que había que realizar un ´bypass´ coronario, los cirujanos emplearon por primera vez el robot para la extracción de la arteria mamaria. Es la primera fase de la intervención. En la segunda, los profesionales recurrieron a la cirugía abierta para el injerto de la mamaria como puente para corregir la patología y dirigir el flujo sanguíneo alrededor de los vasos taponados. El robot quirúrgico está reservado para el diez por ciento de los pacientes con patologías cardíacas, aunque este promedio podría aumentar en los próximos años, cuando la técnica se consolide. Según Miguel Such, este sistema podría curar tumores en las aurículas, pero antes es necesario extender su uso para tratar afecciones menores en los vasos. El uso de esta compleja tecnología alarga las operaciones vasculares, pero garantiza más seguridad. "Ahora un ´bypass´ puede durar toda una mañana y hasta entrada la tarde, mientras que con la cirugía tradicional el tiempo era de unas tres horas. El aprendizaje es duro, pero merece la pena. El robot es el camino, pero no la solución".