Antonio Dorado Soto, hasta hoy obispo de Málaga, ha comunicado esta mañana su cese al frente del episcopado, tras una espera de dos años y medio desde que presentara su carta de renuncia al Vaticano tras cumplir la edad de jubilación (75 años). Las campanas de la Catedral repicaron a las 12.00 horas anunciando el cambio en la diócesis y la próxima llegada de Jesús Esteban Catalá Ibáñez, actual obispo de Alcalá de Henares y que lo sustituirá al frente de la iglesia malagueña.

Catalá ha asegurado que se marcha a la diócesis de Málaga "con ilusión y sin proyectos pastorales predeterminados". En una carta a los fieles publicada en la web oficial del Obispado de Alcalá de Henares Catalá aprovecha para saludar a los fieles de Málaga, a los que dice: "Grande es mi deseo de conoceros personalmente y de hacer camino juntos".

Diálogo con "otras iglesias"

Se trata de "vivir la dimensión sinodal de la Iglesia, promover la diversidad de carismas al servicio de la unidad y compartir ilusiones, esperanzas y trabajos por el Reino; y confío en que la caridad, plenitud de la ley, sea nuestra norma de vida".

"No traigo proyectos pastorales predeterminados", añade, "espero conocer primero la realidad eclesial y social y será la luz del Evangelio la que iluminará dicha realidad y determinará nuestro trabajo, para discernir y proyectar, asumiendo el actual plan pastoral de la Diócesis".

En la carta también se ha referido a los fieles de "otras iglesias", a los que ha brindado amistad y disponibilidad para trabajar juntos.

"Con los hermanos que profesan otras religiones deseo dialogar, para conocernos mejor y apreciarnos más".

Fuentes del Obispado de Alcalá de Henares han indicado a EFE que la fecha de la partida del obispo Catalá a Málaga no está determinada y podría demorarse, incluso, unos dos meses.

Dorado Soto: "Un acto de normalidad eclesiástica"

Monseñor Jesús Esteban Catalá Ibáñez fue nombrado después de que Benedicto XVI aceptara su renuncia al gobierno de la diócesis por motivos de edad, según comunicó la Nunciatura Apostólica a través de la Conferencia Episcopal Española (CEE).

De todas formas, monseñor Dorado Soto seguirá al frente de la diócesis andaluza como administrador apostólico hasta que el nuevo obispo tome posesión. El hasta ahora obispo de Málaga calificó hoy de "muy positivo" su mandato en la diócesis de Málaga, y agradeció la colaboración de los creyentes malagueños y de las autoridades.

"Debemos acoger al nuevo obispo con amor fraterno", señaló monseñor Dorado Soto, que explicó en rueda de prensa que su cargo, hasta el nombramiento de monseñor Catalá, será el de Administrador Apostólico, "con lo que desempeñaré las mismas funciones que he hecho hasta ahora, salvo decisiones de carácter importante".

"Este cambio hay que tomarlo como un acto de normalidad eclesiástica", aseguró, y añadió que seguirá viviendo en Málaga y vinculado a la Diócesis "desde la base".

Teólogo, filósofo y educador

Monseñor Jesús Esteban Catalá Ibáñez nació en Villamarchante (Valencia) el 22 de diciembre de 1949. Cursó los estudios de bachiller (1961-1967) y los estudios eclesiásticos (1968-1974) en el Seminario diocesano de Valencia. Fue ordenado diácono en 1973, ministerio que ejerció durante los tres años en los que completó su formación teológica, con la Diplomatura (1973) en la Universidad Pontificia de Salamanca y la Licenciatura (1976) por la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia. El 3 de julio de 1976 recibió la ordenación sacerdotal.

Es Doctor en Teología Pastoral y Catequética por la Pontificia Universidad Salesiana (1986) y Doctor en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana (1996). Además, es Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, especialidad en Psicología, por la Universidad de Valencia (1981), donde colaboró en investigaciones publicadas por el Departamento de Historia de la Psicología.

Entre Valencia y Roma

Los primeros años del ministerio sacerdotal los desarrolló en la diócesis de Valencia, compaginando el trabajo en parroquias de la diócesis con la docencia.

Comenzó su trabajo en el Vaticano tras viajar a Roma para ampliar estudios. Participó como asistente de la Secretaria General del Sínodo de los Obispos en la Asamblea Extraordinaria de 1985, colaborando a tiempo parcial hasta 1986 y desde 1987 como Oficial de dicha Secretaría. Desde entonces, y hasta su nombramiento episcopal, participó en todas las Asambleas sinodales. Ha publicado varias colaboraciones y artículos sobre temas sinodales y ha dado diversas conferencias sobre estos temas.

Acompañó al Papa Juan Pablo II en tres viajes apostólicos a África: Costa de Marfil (1990), Angola (1992) y Uganda (1993), y el 4 de agosto de 1993 fue nombrado capellán de Su Santidad.

Obispo de Alcalá desde 1999

El 25 de marzo de 1996 fue nombrado obispo titular de Urusi y auxiliar del arzobispo de Valencia. El 11 de mayo de ese mismo año fue consagrado en la catedral de Valencia. El 27 de abril de 1999 fue nombrado obispo de Alcalá de Henares.

En la CEE ha sido miembro de las Comisiones Episcopales de Enseñanza y Catequesis (1996-2005); Relaciones Interconfesionales (1996-1999); Seminarios y Universidades (1999-2002), y Doctrina de la Fe (2002-2005). Desde 2005 es Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral y miembro de la Comisión Permanente.