En 1866, un año antes de abandonar los hermosos paisajes de los Bajos Pirineos, el pueblo francés de Viellenave de Navarrenx contaba con 300 habitantes. El joven Pierre Temboury Saint-Paul, de 16 años, decidió marchar a la próspera ciudad de Málaga en busca de una vida mejor, convirtiéndose en Pedro Temboury. Corría el año 1867.

"En Francia deja a sus padres mientras un hermano, Fermín, se marcha a Buenos Aires y el otro a Cuba, porque en el pueblo no podían vivir. Sus dos hermanas, Catherine y Euphrasie también se van a Buenos Aires", cuenta Mabel Temboury, nieta del fundador de esta saga malagueña de origen francés. Aunque lo de ´francés´ es sólo en parte, porque Mari Paz Temboury, otra nieta, precisa que existe un pueblo galés llamado Tenbury y ese nombre pudo ´afrancesarse´ por unos galeses llegados a Francia por alguna persecución religiosa.

Volviendo a nuestro protagonista, Pedro Temboury Saint-Paul se coloca en esa Málaga floreciente de dependiente en la calle San Juan y pronto comienza su ascenso profesional: en 1873, en la calle Alhóndiga abre la primera ferretería de Málaga, junto a dos socios franceses y en 1878 abre un local en calle San Juan. Cuando cumple 33 años, en 1885, se casa con Francisca Álvarez Net, de una conocida familia de negocios textiles con la que tendrá diez hijos, aunque le sobrevivirán nueve. La fama de los almacenes ´La llave´ de Pedro Temboury empieza a crecer.

"El negocio al principio era un bazar francés, allí se vendían aparatos de cinematografía, quincalla, perfumes, camisas...", recuerda Manuel Carlos Temboury, otro nieto, que explica que conserva un libro de contabilidad de 1891 con la conversión de francos en pesetas.

"La empresa se surtía de Francia y Alemania porque aquí, en España, no había de todo", detalla; de ahí que los hijos del comerciante francés recibieran una educación exquisita en inglés, francés y en algunos casos, en alemán, yendo a estudiar a colegios de varios países de Europa, incluida por supuesto Francia.

Tal fue la fuerza comercial de ´La llave´ que en 1892 plantó sus reales en la nueva calle Larios, a pesar de algunos críticos, poco partidarios de que la calle se llenara de comercios. Los nietos de Pedro Temboury subrayan la tragedia del Conventico, un edificio, antiguo convento en la calle Liborio García, adquirido por su abuelo como gran almacén, y que ardió en 1901, pero Temboury seguiría adelante, con un comercio que dejaba pasmados a los malagueños con sus juguetes, bicicletas y artículos de ferretería. En 1909, su hijo Juan, estudiante en Francia, enferma gravemente y los padres acuden a auxiliarlo. Caprichos del destino, en la tierra que le vio nacer morirá de un ataque al corazón Pedro Temboury Saint-Paul. Su nieto Manuel Carlos guarda la copia de una carta en la que su abuela comunica a los hijos, que estudian en el extranjero, la complicada situación.

Pero la segunda generación de los Temboury seguirá con el negocio, incluido Juan, el futuro conservador de la Alcazaba y nexo de unión con Picasso. Su hija Mari Paz cuenta que "desde siempre, tuvo muchísimo interés en todo lo cultural y se gastaba lo que no tenía en libros y fotografías". El actual archivo Temboury nació gracias al esfuerzo de este malagueño.

Por cierto, Mabel Temboury cuenta que los hijos del fundador de ´La llave´ "fueron declarados prófugos por el gobierno francés por no hacer en Francia el servicio militar". Lo harían en España.

´La llave´ ardería en 1936 y renacería con un edificio de Guerrero Strachan en 1941, permaneciendo allí, frente a ´La Cosmopolita´, hasta 1984 cuando cerró definitivamente sus puertas.

En abril de este año, más de 200 Temboury se dieron cita en Madrid, descendientes de las distintas ramas que surgen de un modesto y hermoso pueblo francés. "La idea es celebrar en Málaga la próxima reunión dentro de cuatro años", explica Blanca Temboury, otra nieta. Familia de comerciantes, escritores, amantes de la cultura y directores de cine, los Temboury siguen innovando allá donde van.