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La búsqueda de Amy continúa abierta y sin novedades un año después de su desaparición

la opinión. Málaga

La investigación sobre el paradero de joven irlandesa Amy Fitzpatrick, de cuya desaparición en el municipio de Mijas se cumplió ayer, 1 de enero, justamente un año, continúa abierta sin que en el tiempo transcurrido se haya encontrado ningún dato relevante que ayude a su localización.

La Guardia Civil, que rastreó en tres ocasiones ampliamente la zona a pie y con helicópteros en los días posteriores a su desaparición, lleva aún fotografías de la joven en las patrullas de seguridad ciudadana, según han explicado fuentes de este Cuerpo.

Las pistas aportadas hasta la fecha por personas que creían haber visto a la chica en puntos dispares han sido descartadas tras comprobarse que eran falsas tras la pertinente investigación por parte de los agentes encargados.

La Policía Judicial de la Guardia Civil mantiene abierta la investigación, que abarca contactos con policías de otros países, y se reúne periódicamente con los familiares de la joven para intentar ampliar las líneas de investigación y para informarles del estado de las pesquisas.

La investigación baraja dos hipótesis: una, que la desaparición se produjera en contra de la voluntad de la menor, con lo que sería un secuestro; y dos, que se hubiera producido voluntariamente, lo que ha llevado a investigar la posibilidad de que la joven pueda estar en Irlanda, donde reside su padre biológico.

En la campaña de búsqueda de Amy, sus familiares se desplazaron a Marruecos, a Gibraltar y a numerosas localidades costeras españolas para repartir carteles con fotografías de la chica, que tenía 15 años cuando desapareció, hizo ayer un año.

Suceso. Amy pasó la Nochevieja en casa de su amiga Ashley Rubio, situada en la urbanización Calypso de Mijas-Costa, donde ambas estuvieron cuidando del hermano pequeño de ésta última.

La mañana del día 1 de enero de 2008 fueron a la vecina localidad de Fuengirola y tras almorzar en casa de Ashley, visitaron el zoco de Calahonda y regresaron a la vivienda, según explicó en su día la amiga de Amy.

Según esta versión, que fue corroborada por la madre de Ashley, Amy Fitzpatrick se marchó sobre las 22:00 horas para dirigirse a su casa, ubicada en la urbanización Riviera del Sol.

Amy Fitzpatrick es morena, delgada, con ojos azules, mide 1,65 metros y vestía un chándal cuando fue vista por última vez.

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