Educación

El plan de adelantar el inicio de curso de primaria divide a la comunidad educativa

lucas martín. Málaga

La intención de la Junta de Andalucía de adelantar una semana el inicio del curso escolar no ha suscitado una respuesta unánime en la comunidad educativa. Mientras que algunas organizaciones la consideran acertada, e incluso, necesaria, otras la critican severamente, especialmente por su incidencia en las condiciones de trabajo de los docentes.

A la luz de las impresiones recabadas por este periódico, la medida, que se engloba en un borrador rubricado por la Consejería de Educación, parte con una serie de argumentos a favor, pero también con un reguero de objeciones. Entre los primeros, figura su condición de demanda social y entre las segundas, el agravio comparativo con secundaria, que permanecerá al margen de la modificación de calendario.

Marisol Luque, presidenta de la Federación Democrática de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fedapa), se muestra convencida de la conveniencia del proyecto, ideado, según la Junta, para fortalecer la conciliación de la vida familiar y laboral. Sus observaciones aluden principalmente a la racionalización de las vacaciones y a la amplitud del borrador, que marca la posibilidad de revisar el horario de las clases. "Se puede alterar la jornada intensiva. Es una buena noticia porque llevamos años pidiendo más horas lectivas", señala.

En las antípodas de sus valoraciones se halla la reflexión de Eduardo Caro, presidente de la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fecapa), que cree que la fecha elegida para aumentar el número de horas es, a todas luces, equivocada. "En Málaga hay muchas familias que tienen vacaciones en esos días de septiembre", replica.

Para Caro el problema reside especialmente en el periodo designado por la Junta, que fija el comienzo del curso en el día 7 de septiembre. Su propuesta, en cambio, apunta a la semana blanca, modalidad de descanso reservada en la provincia de Málaga para la última semana de febrero. "Creemos que es una fecha mucho más interesante", puntualiza.

Por su parte, José Luis García Guillén, responsable de la Asociación de Directores de Educación Infantil y Primaria (Adipra) de Andalucía, mantiene una posición ambivalente. Su oposición al borrador ni es definitiva ni se antoja irreversible, pero asegura no entender por qué la norma se circunscribe en exclusiva a primaria, infantil y educación especial. "Es lo que le diremos a la consejera en la reunión. Se supone que si es positiva, debe ser para todos", reseña.

En la lectura de fondo de la iniciativa García Guillén coincide con su homólogo en el colectivo docente Apia, Gonzalo Guijarro, que sostiene que la conciliación familiar es incompatible con el aumento de horas lectivas. "No sé cómo quieren equilibrar los horarios con los niños en clase", detalla.

Ambos comparten asimismo su preocupación por las eventuales consecuencias del cambio de calendario en el funcionamiento de los centros. Sobre todo, indica Guijarro, porque la administración no acostumbra a perfilar las plantillas hasta los últimos días de septiembre. "Si lo hacen así nos encontraríamos con un inicio del trimestre sin docentes", indica.

El adelanto del comienzo de las clases supondría un incremento de cinco días lectivos en el cómputo global del curso, que actualmente comprende 175 jornadas, repartidas entre el 15 de septiembre y el 22 de junio.

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