Política Hidráulica

Clamor contra el traslado a Sevilla de la gestión del agua

Cuenca. Málaga mantendrá capacidad administrativa y técnica, pero no capacidad de decisión .

Cuenca. Málaga mantendrá capacidad administrativa y técnica, pero no capacidad de decisión . / C. Criado

ignacio a. castillo. Málaga

La sociedad malagueña lanza un mensaje unánime en contra de la centralización en Sevilla de las políticas de gestión del agua. Partidos, empresarios, sindicatos y destacados representantes sociales rechazan la decisión de la Junta de Andalucía de crear en la capital hispalense la nueva Agencia Andaluza del Agua y sustituir la actual Cuenca Mediterránea, con sede en el Palacio de la Tinta, por un distrito con capacidad administrativa y técnica, pero dependiente de la dirección general, que estará en Sevilla.

Según los nuevos estatutos de la Agencia, la dirección ostentará la coordinación, planificación y control de sus actividades. Esta situación tiene como consecuencia la desaparición de las actuales cuencas hidrográficas, entre ellas la Cuenca Mediterránea Andaluza, con atribuciones en este materia en cuatro provincias y con sede histórica en Málaga (herencia de la antigua Confederación Hidrográfica del Sur, cuando estas políticas dependían del Gobierno central).

Peso político. Quiere esto decir que en Málaga, en su lugar, se creará un distrito Mediterráneo y, según Antonio Herrera, secretario provincial del sindicato CCOO, demuestra que "Málaga no tiene ya ningún peso específico en el Gobierno andaluz". "Es una decisión que no compartimos, que no ha sido consensuada y no entendemos nuevas formas de centralismo", significó el líder sindical.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, calificó ayer de "absurdo, contradictorio y frustrante" la intención de la Junta de vaciar de contenido la Cuenca Mediterránea y anunció que enviará una carta al presidente Manuel Chaves pidiendo que rectifique esta decisión.

El alcalde recordó que la Cuenca es prácticamente el único organismo con carácter supramunicipal que existe en Málaga y consideró paradójico que la autonomía sea más controladora que el poder central en vez de ayudar a dar autonomía y descentralizar los servicios, de tal manera que "si hubiéramos seguido dependiendo de Madrid tendríamos una mayor capacidad de decisión".

Por ello mostró su esperanza de que "haya la sensibilidad suficiente para que se rectifique y se cambie de opinión", pues "si no lo hace este gobierno lo hará otro que surja de las urnas".

Por su parte, el presidente del PP de Málaga, Elías Bendodo, acusó a la Junta "desmontar Málaga". "En el PP creemos en la descentralización y el PSOE en el centralismo absoluto centrado en Sevilla", declaró, y precisó que "se pone fin al que ha sido durante el siglo XX el centro de decisión de las políticas hidráulicas del sur de España". "Se decide arrebatar la única capitalidad administrativa que tenía Málaga llevándose la toma de decisiones a Sevilla", manifestó.

Coincidente es la opinión del coordinador general de IU en Málaga, José Antonio Castro, quien considera que la Junta está confundiendo "de forma escandalosa" la unidad de gestión, "como propone la nueva cultura del agua y la normativa europea", con la centralización, "que no tiene nada que ver". Castro sostiene que Málaga debería conservar la dirección para tener capacidad de decisión política y acusó a la consejera, Cinta Castillo, de no tener ningún tipo de sensibilidad medioambiental. "Todo le suena a chino y toma decisiones que no se sustentan", declaró.

Menos inversiones. El mundo de la empresa también mostró un discurso negativo ante la noticia. Así, Vicente García, presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), mostró su sorpresa por este anuncio que creía resuelto tras la promesa del presidente Chaves. "Desconozco las razones por las que se quiere engordar a Sevilla y no entiendo que se quiera hacer daño a Málaga por hacerle daño", explicó el representante de la patronal, que recordó que Málaga es la provincia que más dinero aporta a las arcas andaluzas a través de los impuestos. En el mismo sentido se expresó Jerónimo Pérez. "No me parece adecuado esta centralización en Sevilla, entre otras cosas, porque no está en el Mediterráneo, y porque Málaga va a perder unas competencias que tenía desde hace muchos años", dijo el presidente de la Cámara de Comercio, quien teme que Málaga va a perder, además, relevancia política y en la toma de decisiones a la hora de llevar a cabo inversiones.

Desde la Academia Malagueña de las Ciencias, su presidente, Alfredo Asensi, señala que la Cuenca Mediterránea constituye un caso patente de lo que debería ser una Demarcación Hidrográfica a efectos de la normativa marco europea del agua, por lo que considera innecesaria su supresión justificada en una gestión única de los recursos hídricos.

Poder. La delegada del Gobierno andaluz en Málaga, María Gámez, salió ayer al paso de las críticas, vertidas incluso por el aún director general de la Cuenca Mediterránea, Antonio Rodríguez Leal, e insistió en que Málaga mantendrá las competencias, el personal, las instalaciones y la sede. Arremetió contra Rodríguez Leal y sus declaraciones del jueves. "Las palabras de alguien que anuncia su cese hay que considerarlas en ese marco, no tienen correspondencia con la realidad", dijo. "No hay nada de que preocuparse y hay que tratar de no alimentar versiones interesadas", concluyó.

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