Política Hidráulica

«La Junta no puede decir que no se van a perder competencias»

Destitución. Antonio Rodríguez Leal abandonará su cargo en la Cuenca Mediterránea en breve.

Destitución. Antonio Rodríguez Leal abandonará su cargo en la Cuenca Mediterránea en breve. / L. O.

ignacio a. castillo. Málaga

En los próximos días se confirmará la destitución de Antonio Rodríguez Leal como director general de la Cuenca Mediterránea Andaluza, que tras la aprobación de los nuevos estatutos de la Agencia Andaluza del Agua, desaparecerá para reconvertirse en un distrito sin poder de decisión política. ¿El nuevo modelo de gestión será más o menos eficaz? En este momento, Rodríguez Leal no sabe responder, aunque sí subraya que nadie puede negar la evidencia de que se van a perder competencias.

-¿Por qué la Junta ha decidido suprimir la Cuenca Mediterránea, con sede en Málaga?

-Lo que desaparece es la dirección general de la Cuenca. Con los nuevos estatutos de la Agencia Andaluza del Agua, las cuatro direcciones generales que existían en Andalucía se van a centralizar en Sevilla. Málaga conservará su personal y sus técnicos, pero dependerán de los servicios centrales en Sevilla y de las personas que nombren para dirigirlo.

-¿Málaga perderá competencias?

-La Cuenca Mediterránea tenía asumida las competencias de Málaga y de otras tres provincias andaluzas y eso ya no será así. Esas competencias ya no las tendrá y tampoco tendrá capacidad de decisión en las inversiones, como tenía hasta ahora. En las mesas de contratación de la Cuenca disponíamos, anualmente, de unos cien millones de euros, que ahora dispondrán desde Sevilla. No quiero decir que esto sea bueno o malo, pero desde luego, sí que es diferente.

-La Junta niega que Málaga vaya a perder atribuciones.

-A lo largo de mi carrera política nunca me ha gustado tergiversar o manipular la realidad. Lo que la Junta no puede decir es que la Cuenca no va a desaparecer o que la situación no va a cambiar. La dirección general se va a Sevilla y eso va a restar competencias. Ojalá que las nuevas políticas sean más eficaces y beneficien a Málaga, pero eso ahora no lo sabemos.

-¿Entiende el enfado de la sociedad malagueña?

-Es normal. Ninguna provincia quiere perder centros de poder. El sentimiento de agravio de la sociedad malagueña es comprensible. De hecho, yo tampoco he querido marcharme sin manifestar la decepción y el disgusto que esto ha supuesto para mí y mi equipo de trabajo. Pero hay que decir la verdad.

-¿Cuál es su futuro inmediato?

-Debo seguir trabajando y voy a tramitar dos excedencias que tengo para incorporarme a antiguos puestos laborales.

-¿Por qué ha renunciado al cargo que le ofrecían en Sevilla?

-Porque no estaba dispuesto a aceptar un cargo de rango inferior del que tenía en Málaga y no hay más debates.

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