sucesos.

Tres detenidos por una pelea en un bar que acabó en Urgencias

Pelea. Plaza de los Mártires, donde ocurrieron los hechos.

Pelea. Plaza de los Mártires, donde ocurrieron los hechos. / C. Criado

inma aljaro. Málaga

Una mirada rara, una sonrisa mal entendida y un vaso de cristal destrozado contra una cabeza. No hay que recurrir a una película del lejano Oeste para encontrar una escena con estos elementos. Puede ocurrir cualquier noche, en cualquier bar, como sucedió a finales de noviembre en un local de la plaza de Los Mártires de la capital malagueña. El pasado lunes, día 12, la Policía Nacional detuvo a los supuestos responsables de la pelea. Uno de ellos tenía antecedentes.

La versión de las víctimas se remontaba a las cinco de la madrugada del 22 de noviembre. Todos estaban en el interior del bar donde ocurrieron los hechos y, sin saber por qué, uno de ellos se fijó en un chico que miraba de un modo "raro". Le hizo gracia y se sonrió, con la mala suerte de que el de la mirada se dio por aludido y le llamó la atención.

Mientras discutían, otro, por detrás, agarró un vaso y se lo rompió en la cabeza a la víctima. No le dio tiempo a volverse cuando los porteros del establecimiento ya lo llevaban agarrado, junto a los agresores, fuera del local. Y allí los dejaron: tres contra uno.

La historia sigue con golpes, puñetazos y patadas, tanto al primer chico como a sus amigos, que salieron del bar para intentar mediar y detener la pelea. Todo terminó cuando dos de los ahora detenidos agarraron a uno por el cuello e intentaron ahogarlo. Después de eso, salieron corriendo abandonando el lugar.

Hospital Civil. Los jóvenes agredidos llamaron inmediatamente al 091 y una patrulla se personó en el lugar, pero no encontraron rastro de los protagonistas de la pelea.

Los tres jóvenes presentaban varias heridas en el rostro y uno de ellos tuvo que ser trasladado a Urgencias del Hospital Civil debido a la gravedad de las lesiones. Allí, en la sala de espera, volvieron a encontrarse con los agresores ya que el que había roto el vaso tenía varios cortes en la mano. Al verlos, reaccionaron con amenazas de muerte contra los heridos que, tras ser atendidos, los denunciaron en la comisaría. Sin embargo, los agentes apenas contaban con algunos rasgos físicos de los agresores y un nombre.

Con esos pocos datos, y tras un mes de investigaciones, el pasado lunes dieron con los tres jóvenes, de 21, 24 y 25 años y nacionalidad española. Uno de ellos, Damián V. P., ya había sido detenido en otra ocasión por haber causado lesiones a una persona. Según su versión, su reacción fue defensiva y se debió a que el cuarto de baño de los hombres es "demasiado pequeño".

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